Un pueblo pequeño fue replicado en las montañas de Nuevo México, para la aclamada película nominada al Óscar
View of the set where director Christopher Nolan shot his Oscar nominated movie Oppenheimer, in Abiquiú, New Mexico, on February 20, 2024. An entire town filled with nuclear laboratories, built from scratch in the remote mountains of New Mexico, with every single person involved sworn to secrecy? It is not just the plot of “Oppenheimer,” but also the story of how Christopher Nolan’s Oscar-nominated movie about the invention of the atomic bomb was made. “This is the most I’ve ever spoken about it,” said David Manzanares, field producer for Ghost Ranch, as he took AFP on a recent tour of the location for the movie’s Los Alamos scenes. “It definitely took on the air of secrecy,” he recalled. A few miles from the nearest paved road, through gates marked “RESTRICTED AREA,” many of the wooden homes, offices, security checkpoints and even a chapel built for the film remain standing. (Photo by VALERIE MACON / AFP)
Se construyó en total secreto un pueblo entero con laboratorios nucleares en las remotas montañas de Nuevo México? No es solo la trama de Oppenheimer, sino la historia de cómo su director, Christopher Nolan, rodó la película nominada al Óscar.
“Esto es lo máximo que he contado”, dijo a la AFP David Manzanares, encargado de la Hacienda Fantasma, durante un recorrido guiado por el set donde se filmaron las escenas que transcurren en Los Álamos.
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“Definitivamente adquirió un aire de secretismo”, añadió.
A pocos kilómetros de la carretera pavimentada más cercana, luego de pasar una reja con un letrero que advierte “Área Restringida”, siguen en pie las casas de madera, las oficinas, las alcabalas y la capilla construidas para la película.
El verdadero Los Álamos, a una hora de carretera, es hoy una localidad moderna que aún alberga un laboratorio gubernamental gigante y secreto, encargado de salvaguardar el arsenal nuclear estadunidense. Sus históricos edificios se utilizaron para escenas interiores.
Pero Nolan eligió este alejado espacio en el suroeste de Estados Unidos para recrear el pueblo, con una réplica de su calle principal en la década de 1940, donde se filmaron las escenas exteriores.
El cineasta es conocido por su insistencia en usar sets auténticos y prácticos que inspiren a sus actores.
La explosión de la prueba de la bomba atómica fue filmada con mínimos efectos computarizados, y científicos de Los Álamos fueron contratados como extras.
La construcción de la réplica del pueblo, a escala real, le permitió a Nolan filmar desde cualquier ángulo en todo momento.
Pero incluso un mes después del estreno de la película, en julio, Manzanares y su equipo de la Hacienda Fantasma no podían ni siquiera admitir que la película había sido filmada allí.
“No se hablaba sobre esto ni había publicaciones” permitidas, dijo. “Es la forma en que se trabaja con Christopher Nolan”, explicó.
En octubre de 2021, un amigo de Manzanares que trabaja como director de locaciones para películas le preguntó si conocía algún lugar con horizontes amplios y vacíos.
No podía decir de qué proyecto se trataba, pero le anticipó que estaba ambientado en Nuevo México en los años 1940, información suficiente para que Manzanares sacara conclusiones, dado el ruido alrededor del proyecto que Nolan preparaba.
La Hacienda Fantasma cumplía con los requisitos y Nolan la visitó el mes siguiente. “Le encantó apenas la vio”, recordó Manzanares.Nolan aprobó el lugar, pero agregó un desafío: “Por cierto, necesitamos otro igual a este”.
La película exigía filmar primero una escena en la cual Robert Oppenheimer, interpretado por Cillian Murphy, le muestra a un general estadunidense (Matt Damon) el sitio vacío en el cual quiere establecer la base del nuevo Proyecto Manhattan.
Al día siguiente se necesitaba rodar en un espacio igual, pero ya con la réplica de Los Álamos.
Manzanares eligió entonces dos mesas similares, las características formaciones rocosas que dibujan el horizonte de Nuevo México. Y la producción se puso manos a la obra.
Ese invierno, los equipos trabajaron en medio de ventiscas para tener el plató listo a tiempo para los ocho días de rodaje, durante los cuales las estrellas del reparto se alojaron en un hotel cercano.
La reserva sobre el lugar aplicaba a “todos, incluso a los actores”, recuerda Manzanares. “Les daban páginas del guion, iban a sus habitaciones de hotel y leían, pero no podían sacar el guion fuera de ahí”.
El hermetismo sobre Oppenheimer no es inusual tratándose de una película de esta envergadura.
Los medios de comunicación están hambrientos por tener fotos del rodaje, chismes de la producción o fragmentos del guion, detalles que pueden estropear una gran película antes de su estreno.
Una vez que se completaron las escenas en Los Álamos, los laboratorios del pueblo réplica fueron retirados, así como los postes de teléfono que podían ser derrumbados por los fuertes vientos.
Pero los productores decidieron dejar en pie una docena de construcciones de madera, la primera vez que el equipo de una película en la Hacienda Fantasma permitía esto.
Ello implicó mantener el secreto por más de un año después de terminado el rodaje. La locación será utilizada eventualmente para otras producciones vaqueras.
A partir del mes próximo, los dueños de la hacienda ofrecerán el Tour Oppenheimer. Si la película triunfa en la gala de los Óscar el 10 de marzo, como se espera, aspiran a capitalizar el momento.
Para ello, los empleados limpian el lugar que durante meses permaneció deshabitado. “Encontramos serpientes de cascabel y viudas negras”, dijo la encargada de visitas a la Hacienda Fantasma, Julia Haywood, a AFP.