Jamás he sido una persona valiente. De hacer un compendio de mis más grandes temores colocaría en el top tres mi miedo a las alturas, las ratas y un extraño pavor a contraer Alzheimer, en ese orden de horror. Navegando por la web me encontré con un juego muy interesante que alimentaría mi segundo temor. Se trata de A Plague Tale: Innocence, un juego desarrollado por Asobo Studio y publicado por Focus Home Interactive, un par de empresas francesas que dan a los gamers una historia cruda y singular a lo que solemos consumir.

¿De qué va?

Durante 1348, en el suroeste del Reino de Francia, Amicia y Hugo de Rune sufren una serie de eventos desafortunados que los orillan a huir, no solo de la Inquisición que desea capturar al menor de los hermanos, sino de una plaga implacable de ratas que acechan a sus víctimas en la oscuridad.

Hugo padece una extraña enfermedad en la sangre, así que Amicia entra en una carrera contrarreloj para encontrar a alguien que pueda salvar a su pequeño hermano y no morir durante su misión.

¿Cómo se juega?

La aventura está centrada en la compañía. Al ser mayor, Amicia debe cuidar de Hugo, así que la mayoría del tiempo caminamos sujetando su mano, sin embargo, algunas situaciones de sigilo requieren pedirle que se quede o avance sin nosotros para evitar a los rivales.

No puedes abandonar por mucho tiempo a tu hermanito, pues se pondrá nervioso y atraerá a los enemigos. Para ir hacia delante, debes usar una honda (que puedes mejorar con cosas que encuentres) para arrojar piedras u otros objetos creados con alquimia y así evitar que te atrapen, o bien, aprovechar el fuego y la oscuridad para eludir a las mortíferas ratas o usarlas a tu conveniencia.

¿Qué es lo mejor?

La historia es inaudita. Es un juego en donde los personajes pasan por todo tipo de complicaciones, las cuales los llevan a hacer lo necesario para sobrevivir. Algunos momentos son tan duros que no pude ver la pantalla por su crudeza.

El diseño de los paisajes también merece ovaciones, ya que los artistas se apoyaron en pintores como Claude Lorrain o Bruegel para plasmar los parajes que combinan riqueza en colores con la oscuridad para crear ambientes catárticos musicalizados con el talento del compositor Olivier Deriviere.

¿Qué es lo peor?

Las mecánicas del juego se mantienen similares en varias partes, pues casi siempre debes sostenerte agachado y cubrirte con objetos que eviten que seas visto. Puedes distraer a los enemigos al arrojar vasijas, al golpear cosas metálicas con una piedra o bien al usar los recursos alquímicos, pero a la larga se vuelve algo repetitivo.

Aunque el juego luce muy bonito, hay pequeños detalles visuales que deben mejorar, como el pelaje en algunos animales o los movimientos de los personajes que en un par de ocasiones se ven un tanto robóticos. Además, hay algunas partes en donde esperarías ver ratas y, por alguna extraña razón, no hay.

¿Debería comprarlo?

Es un juego que te estremece y que sube la ansiedad en varios momentos. Sin duda, la relación entre Amicia, Hugo y algunos otros niños que te ayudan en el camino es algo que te conmoverá y evitará que sueltes el control por horas. Es una experiencia que debes tener. No es recomendable si tienes corazón de pollo, si sufres de asco al ver bastante sangre o si te da desesperación el sonido de las ratas, porque las escucharás constantemente y jugar con audífonos podría hacerte creer que hay algunas en tu habitación.

Staff I Reforma