Una tiene el corazón y el cuerpo de Gabriel Soto y la otra es la madre de sus hijas.

Desde que se descubrió la relación del actor con Irina Baeva y la infidelidad a su entonces esposa Geraldine Bazán, este trío está en el ojo público.

Quizás nunca antes tuvieron de tiempo completo los reflectores, pero ahora todo lo que hacen está en el centro de la controversia.

En los últimos días, ambas actrices han acaparado la atención de los cibernautas al generarse una polémica por la aparente rivalidad que sostienen en redes.

Pero esta vez el motivo no es el hombre del que ambas se enamoraron, sino que a las dos les encanta compartir fotos en bikini y lucir su bien torneada figura.

Se dice que cuando una de ellas sube una foto sexy al poco tiempo la otra hace lo mismo, por lo que seguidores de ambas artistas aseguran que desde que comenzó el escándalo del triángulo amoroso, tanto Geraldine como Irina han estado publicando frecuentemente ese tipo de imágenes.

De lo que se trata es de presumir que están felices, de vacaciones y enseñar un poco de carne.

Entre los seguidores de ambas actrices es común ver la guerra de comentarios que se desata por defender a su favorita y atacar a la contraria.

Paula Ruiz I Agencia Reforma