Ignacio López Tarso aseguró que no quiere perder el tiempo con las actividades que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos le impone por pertenecer al Comité.
Aunque está agradecido, el actor aclaró que sólo es un miembro honorario, lo cual lo deslinda de evaluaciones constantes.
“Es un honor que me pidan pertenecer a su comunidad de la Academia, pero no quiero ni votar ni asistir, no quiero tener la obligación de nada”, expresó el actor de 92 años.
Uno de los requisitos que el protagonista de la película de Macario no quiso aceptar fue el ver de 20 a 30 películas por año y darles una evaluación, adjuntando algún comentario. “Es una lata andar viendo películas y luego la cantidad que hay que pagar como miembro, considerable, pero aún así, no me da la gana hacerlo”, manifestó.
López Tarso compartió que su participación es muy limitada debido a la carga de trabajo que tiene en México, pero comentó que en el momento en el que quiera acudir a una ceremonia de entrega del Oscar, lo puede hacer, aunque lo ve difícil.
“Voy cuando quiera, ellos me dan los boletos que quiera para asistir a las ceremonias oficiales, pero no voy porque simplemente no quiero salir a eventos o desplazarme fuera del país”.
Con 70 años de carrera artística, López Tarso celebró las 350 representaciones de la puesta en escena Un Picasso, así como un año de la puesta en escena.
Junto a la actriz Gabriela Spanic y los padrinos de develación de la placa, los actores Mark Tacher y Chantal Andere, agradecieron, la noche de este sábado, el apoyo del público que cada fin de semana se da cita en el teatro San Jerónimo Independencia.
La trama, dirigida por Salvador Garcini, relata la vida de uno de los pintores más reconocidos del siglo XX.