Robbie Williams reveló que cree padecer el síndrome de Asperger, un trastorno caracterizado por dificultades en el desarrollo de las habilidades sociales.

El ídolo británico, de 44 años, dijo en una entrevista en Radio 2, de la BBC, que le falta algo y que estar en su cabeza es un trabajo realmente duro.

Conocido por éxitos como Angels, Feel y Let me entertain you, Robbie ha sufrido depresión y ansiedad, así como problemas con el alcohol y las drogas a lo largo de su vida.

“Tengo grandes puntos ciegos. Puede que tenga Asperger o autismo. No sé en qué espectro me encuentro, pero sé que en alguno”, declaró.

“Es un trabajo bastante difícil estar en mi cabeza; tengo una compulsión, una adicción y una enfermedad mental interesantes, diría yo. Lo tendría si fuera Robbie Williams, la estrella del pop, o Robert Williams, el obrero. Día a día las cosas cambian. Hago las mismas cosas que el día anterior, pero hoy es un día diferente y no sé por qué es difícil salir de la cama. Es sólo lo que soy”.

El síndrome de Asperger, que está considerado dentro del espectro autista, es un trastorno del neurodesarrollo de por vida que hace que el cerebro de las personas que lo padecen funcione de manera diferente, especialmente en aspectos comunicativos o de interacción social, así como en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento. Quienes lo padecen, ven, oyen y sienten el mundo de manera diferente a otros, pueden sentirse fácilmente abrumados y ansiosos. No existe una cura para ello.

El ex Take That es famoso por sus excesos, irreverencias y provocaciones sobre el escenario, la última, protagonizada en la ceremonia de apertura del Mundial de Futbol de Rusia, cuando en plena actuación mostró el dedo medio a la cámara.

Sin embargo, dijo sentir que ha aprendido a manejar mejor y a apreciar su vida los últimos años, especialmente desde que se convirtió en padre.

de sus dos hijos: Teddy, de cinco años, y Charlton, de tres, con su mujer, la actriz Ayda Field, con quien está casado desde 2010.

Víctor Fuentes I Agencia Reforma