Algunos países en vías de desarrollo que han tenido grandes problemas económicos históricamente han lanzado esta medida como un intento de tomar mayor control sobre su economía o para dejar un ancla estable sobre la cual pueden valorar ciertos aspectos de la economía.

En Venezuela, por ejemplo, la criptomoneda Petro se emplea para pagar o como valor de referencia en las transacciones relacionadas a procesos burocráticos. Sango Coin, como denominan al nuevo activo digital en Centroafrica, se podrá usar para adquirir inmuebles y para gastos de valor muy significativo, ante una moneda nacional cuyo valor es insignificante, pretenden que esta sea una medida que aliviane de alguna manera la situación actual del pais.

Además, también se adoptó Bitcoin como moneda corriente y en pocos meses podrá ser utilizada de forma legal para comprar con ella. Esto, sin embargo, supone un gran inconveniente para la mayoría de los ciudadanos de ese país que no tienen internet y que, por lo tanto, no tienen posibilidad de acceder a este activo.

Las criptomonedas por si solas no pueden rescatar a un país

Las plataformas de inversión son probablemente las entidades que mejor han sabido aprovechar las criptomonedas como lo que son en esencia: activos creados para la especulación. Como moneda de cambio, por otro lado, no funcionan demasiado bien. La razón es que una sola transacción de Bitcoin, por ejemplo, para validarse necesita demasiada energía y demasiado tiempo en la actualidad, lo que hace que el simple hecho de pagar con ella sea todo un calvario.

Quienes aceptan pagos con Bitcoin usualmente lo hacen mediante plataformas como Binance, es decir, exchanges, que debitan el saldo en otro activo diferente a Bitcoin para dar tiempo a que la transacción se valide. Esto no es replicable en países como República Centroafricana, donde la situación económica y tecnológica es crítica, por lo que una criptomoneda nacional es, también, más una fantasía que algo realmente factible.

Además, la volatilidad de las criptomonedas se ha hecho patente hoy más que nunca, y hasta las denominadas stablecoins se encuentran en crisis y poco se puede hacer actualmente para lograr recuperarlas. De cualquier manera, expertos aseguran que Bitcoin estaría tocando fondo en julio debido a que, durante el mes de junio se habría registrado un máximo histórico en la capitalización de dicho activo.

¿Un proyecto ambicioso o una tapadera?

Los políticos africanos no son confiables, desde Nelson Mandela no ha habido ninguno que haya logrado que la región levante cabeza en casi ningún aspecto, ni siquiera con el hecho de que África es la región que recibe más donaciones provenientes de la caridad en todo el mundo, más incluso que proyectos titánicos como la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial.

Este hecho no lo cambiará una criptomoneda nacional, ni mucho menos que los comerciantes puedan aceptar Bitcoin. En especial por el hecho que nombramos al principio: la población no tiene acceso a internet, lo que significa que los pagos con criptomonedas no estarán disponibles para las personas de a pie, sino solo para un grupo muy pequeño y selecto de personas, entre los que se encuentra, por supuesto, la clase política.

También te puede interesar  Invertir en la bolsa o en apuestas: ¿Cual es mejor opción?