Sin embargo, es mil veces más fácil enunciarlo de esta manera que llevarlo a la práctica, ¿o no?.
La realidad es que existe una manera de convertir este proceso en uno no tan arduo o dificultoso y es mediante la contratación de un servicio de factoraje internacional. Si no estás seguro de qué se trata, no te preocupes porque en el presente artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre el tema, lo cual te permitirá llevar a tu empresa al siguiente nivel.
En primer lugar, debemos responder a una pregunta esencial: ¿Qué es o qué implica el factoraje internacional? Dicho en pocas palabras, consiste en un dispositivo de financiamiento en un corto periodo temporal a través del cual una empresa exportadora o persona física que cumple con alguna actividad empresarial promueve su crecimiento.
Esto quiere decir que constituye una solución para la gestión de créditos comerciales. Es un programa que brinda su apoyo tanto a las pequeñas como medianas empresas exportadoras al mitigar el riesgo de no pago del cliente en un país que no es el propio.
Otra duda que quizás tengas sea la que respecta a su importancia. ¿Realmente necesitas de este servicio? ¿Es absolutamente indispensable? La respuesta es un rotundo “sí” para ambas interrogantes.
Es muy importante si, a modo de ejemplo, quieres obtener liquidez financiera sin la necesidad de pedir prestado a un banco; o si no tienes los recursos suficientes para exportar, un esquema de factoraje internacional te resuelve el problema como si de un pequeño inconveniente se tratase.
Te permite tener capital de forma anticipada para invertirlo en otros recursos sin el peso de las deudas sobre tus hombros. Esto se debe a que representa una manera segura, efectiva y transparente de comenzar a dinamizar la actividad exportadora de tu empresa. Además de esto, es necesario para gozar de beneficios financiaros al multiplicar las exportaciones.
Algo sumamente positivo de este servicio que debe ser destacado es el hecho de que es muy fácil ponerlo en ejecución. Los pasos a seguir son nada más que cuatro y no hay motivo alguno por el que deberías enfrentarte a complicaciones u obstáculos en el camino.
Como puedes ver, es pan comido. Esto quiere decir que, si así lo quisieses, podrías crecer tus exportaciones de manera inmediata, comenzando hoy mismo. Todavía quedan cuestiones por abarcar, pero ¿por qué no tenerlo en consideración? No hay nada que se asemeje a participar en el comercio global con un factoraje internacional aplicado a las exportaciones.
Es muy probable que lo que más te interese conocer sean los beneficios implicados en el uso de un factoraje internacional. Por ese motivo, a continuación, mencionamos cuáles serían algunas de las ventajas que seguro terminarán de convencerte.
Más allá de esto, hay que mencionar que las exportaciones en sí son una gran idea porque dan lugar a un crecimiento empresarial notable. Es la oportunidad para desarrollarse y crecer, ya que significa nuevas ventas y nuevos clientes. También ayuda a consolidar la marca a nivel internacional al expandirla. Los productos comercializados van a adquirir mayor visibilidad y presencia en el mercado, entre otras cuestiones. Entonces, hay que pensar en el factoraje internacional para asegurarse de que todo salga de maravilla.
Por supuesto que no cualquiera puede recurrir a este increíble servicio. Es necesario que la empresa cumpla con ciertos requisitos. En una breve lista te contamos cuáles son para que confirmes si sería o no posible en tu caso.
Si tu empresa está al día con cada uno de estos aspectos, ¡felicitaciones! Está más que calificada para recurrir a un factoraje internacional y, de ser así, te garantizamos que bajo ningún motivo querrás perderte tal oportunidad.
El factoraje internacional es, innegablemente, una pieza clave en las exportaciones. Con el paso del tiempo, se ha convertido en una herramienta excelente para mejorar el flujo de efectivo al cobrar facturas de exportación sin tener que esperar ni un segundo más. Así que ni lo dudes al momento de recurrir a este servicio porque las ventajas son muchas. ¡No te vas a arrepentir!