Las despedidas suelen ser tristes, en ocasiones dolorosas y casi siempre hay lágrimas de por medio.

Y aunque hubo algo de eso en el concierto que dieron anoche Jesse & Joy, el adiós a su Un Besito Más Tour fue más bien entre aplausos y la algarabía de sus seguidores.

Tras poco más de dos años de gira, el dúo cerró con un show en un escenario que pisaban por primera vez: la Arena Ciudad de México.

Ni la tormenta que cayó por la zona de Azcapotzalco impidió que unas 12 mil personas, de acuerdo con el equipo de trabajo de los hermanos Huerta, acudieran a la despedida.

En cuanto Jesse y su hermana Joy salieron al escenario para interpretar No soy una de Ésas, el público pareció olvidar que el espectáculo estaba programado para iniciar a las 21:00 horas y que ya había esperado por 40 minutos.

A diferencia de otros shows que han dado en recintos más pequeños, el de anoche no se llenó (estuvo a un 90 por ciento de su capacidad). Pero los niños, jóvenes y adultos que asistieron no dejaron de cantar, especialmente Ya no Quiero y Chocolate.

“Se siente tan bonito estar en casa y cerrar el cielo aquí. Por las siguientes horas pueden reír, cantar, llorar y hacer lo que quieran. Pueden sentirse libres y ser quienes ustedes quieran”, expresó Joy.

Los gritos de la gente estaban cargados de excitación, pero con “Llorar” llegó esa melancolía que provoca el dúo con algunos temas, esos que tocan las fibras sensibles de sus seguidores y hacen llegar hasta las lágrimas a más de uno.

La ocasión especial fue grabada para un DVD y el público se esforzó en gritar y cantar lo suficientemente fuerte para que quedara el testimonio.

Cuando Joy cantó “Llegaste Tú”, las luces de los celulares se encendieron, dándole al show una atmósfera de nostalgia que sirvió de preámbulo para “Un Besito Más”, tema que dedican a su fallecido padre.

“Estamos muy felices que dejan de ser historias nuestras para ser de ustedes”, dijo Jesse.

En las más de 20 canciones que interpretarían estuvieron “El Malo”, que le cantaron a una fan que subieron al escenario.

Fidel Orantes I Reforma