Un hombre quien llevó a Corea del Norte copias de la serie surcoreana El Juego del Calamar, de Netflix, fue condenado a muerte luego de que las autoridades lo localizaran a través de estudiantes a quienes sorprendieron viéndola.
La agencia de noticias Radio Free Asia (RFA) informó que el programa fue introducido de contrabando directamente desde China a través de memorias USB, y que el acusado se enfrentará a la muerte por fusilamiento.
“Un estudiante que compró una unidad recibió una sentencia de cadena perpetua, mientras que otros seis que vieron la serie han sido condenados a cinco años de trabajos forzados, y los profesores y administradores de su escuela han sido despedidos y se enfrentan al destierro para trabajar en minas remotas”, se indicó.
Corea del Norte aprobó en diciembre del año pasado la ley de “Eliminación del Pensamiento y la Cultura Reaccionarios”, la cual prohíbe la entrada y difusión de material audiovisual e impreso, como cintas, obras de teatro, músicas y libros, ajenas a su territorio.
Según Variety, la ley tiene como objetivo principal impedir la difusión de medios de comunicación procedentes de Corea del Sur y Estados Unidos, y quienes sean descubiertos distribuyendo o consumiendo algún producto de aquellos países podrán ser castigados.
De acuerdo con informes generalizados, en abril de este año un hombre fue ejecutado públicamente por vender discos con material surcoreano.
El Juego del Calamar, en particular, ha sido una fuente de ira en la dictadura. El sitio de propaganda norcoreano Arirang Meari censuró el drama de supervivencia de alto concepto por describir, según denominó, la triste realidad de una sociedad surcoreana bestial.
El informe de RFA sugiere que hay una gran ansiedad pública sobre el destino de los estudiantes del instituto, y apunta a que más personas podrían estar implicadas en la investigación.
Netflix no está disponible en China, país en el que fue extraída la serie protagonizada por Lee Jung-jae, pero El Juego del Calamar ha sido pirateada ampliamente en el país asiático, según reportes.
Alejandro Vizzuett Díaz
Agencia Reforma
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