Expertos destacan la influencia positiva que las estrellas con cuerpos curvilíneos, que lo presumen con atuendos entallados, tiene en las mujeres.
Hace algunos años, era muy común que las actrices, cantantes y, sobre todo, las modelos hicieran todo lo que pudieran por lucir superdelgadas y fitness. No importa que acabaran de dar a luz, había que estar lista para desfilar en bikini en el show anual de Victoria’s Secret (si no, pregúntenle a Adriana Lima o a Heidi Klum).
Sin embargo, en los tiempos de inclusión que vivimos, con lo políticamente correcto siempre como lema y el resonante movimiento #MeToo, las mujeres del mundo del espectáculo empiezan a aceptar sus curvas sin culpa y hasta como desafío.
Por supuesto, todavía no es algo generalizado, pero es significativo que las pioneras sean figuras con gran poder entre la opinión pública, como Beyoncé y Rihanna, quienes dan el mensaje de que un cuerpo voluptuoso es algo que se puede enseñar y hasta presumir.
Es importante ver cómo cambian los tiempos. Por ejemplo, ahora que Meghan Markle dio a luz, sorprendió que apareciera todavía con algunos kilillos de más y con diseños que no pretenden ocultar esa condición normal de una mujer que acaba de tener un niño.
“Es una gran diferencia de su concuña, Catalina Middleton, quien siempre aparecía después de cada parto como si nada”, afirma el experto en moda y estilo, Antonio González de Cosío.
Así, Beyoncé, otra chica naturalmente curvilínea que lució muy delgada en la cinta Dreamgirls, hoy presume una silueta tipo reloj de arena, la cual acentúa en sus videos y apariciones públicas. Eso sí, vestida siempre por los mejores diseñadores del planeta.
“Hay que hacer notar que este movimiento en la sociedad es cíclico, porque está volviendo la figura de los años 60, tipo Marilyn Monroe, después de muchos excesos de chicas extremadamente delgadas que se veían en las pasarelas y los editoriales de moda”, destaca Aracely Motta, especialista en imagen.
Por otro lado, hay expertos que afirman que actualmente hay mucha más libertad para apreciar lo diverso, lo diferente, y no solo lo que vemos en las revistas de moda del mundo. Nada está bien o está mal.
Fernando Toledo I Agencia Reforma
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