La serie biográfica de Netfilx que presenta la vida del Sol de México, ha mostrado la cara de un nuevo villano: Luis Gallego Sánchez, el progenitor de Luis Miguel quien lo obligó desde muy niño a cantar en bares y centros nocturnos.

En los primeros 4 capítulos que se han transmitido, se observa a un hombre ambicioso, capaz pasar por encima de su hijo y de su familia.

Gallego Sánchez, en su afán por manipular a Luis Miguel, le miente sistemáticamente para obtener el total control tanto en su vida artística, como en la personal.

Pero, ¿por qué un padre decide comportarse de esa forma?

Dentro del medio del espectáculo, en el mundo existen varios y sonados casos de padres que maltrataron y exigieron a sus hijos trabajar extenuantes jornadas laborales para tener a cambio fama y fortuna.

El caso más conocido en todo el planeta, es el del Rey del Pop, Michael Jackson, quien también fue víctima del maltrato y los abusos por parte de su padre Joseph Jackson, al obligarlo a él y a sus hermanos a trabajar sin descanso, sin dejar de lado las constantes agresiones verbales y físicas.

Emiliano Villavicencio Trejo, es un doctor en Psicología y académico de la Universidad La Salle, quien afirma que la fórmula del padre tirano, del padre dominante, impositivo, es una fórmula que funciona, pero que tiene un costo muy alto.

“No hay que confundir el éxito con la felicidad entendida como la autorrealización personal, que no tiene nada qué ver con la fama ni con la posición económica, sino con la trascendencia, con la tranquilidad emocional, con la capacidad de sorprendernos con las cosas cotidianas “, explica el experto.

Villavicencio reconoce los logros de Luis Miguel, pero dice que es importante echar una mirada más profunda en sus personalidades.

“Todo eso que le pasó de suspender conciertos, de lo fallidos que son sus vínculos afectivos, me pone a pesar si verdaderamente Luis Miguel es una persona feliz.”

El doctor Emiliano afirmó que cuando un niño vive una infancia militarizada, es muy complicado que cuando sea adulto, pueda crear vínculos afectivos fuertes en la vida.

“Los pequeños que viven una relación con padres tan rígidos no saben respetar la libertad porque a ellos se las arrebataron.”

“Entendemos en el contexto de las relaciones humanos lo tóxico como lo opuesto a lo nutricio, una relación nutricia es aquella donde se respeta la libertad personal, la autonomía, donde se deja ser a la persona, independientemente de la edad que tenga. Una relación tóxica es aquella que limita el crecimiento, la libertad, la autonomía y genera relaciones co-dependientes“.

Villavicencio. dijo que es importante saber en qué situaciones los niños deben tener voz y voto, lo importante es hacerlos participar cada vez más en situaciones democráticas.

Los padres que deciden tener el control absoluto sobre la vida de sus hijos, generan en ellos personalidades muy temerosas, ya que jamás se les dio la libertad de desarrollar sus propios recursos de afrontamiento ante la vida por lo que no pueden resolver los problemas cotidianos.

Eso puede ir creciendo hasta desarrollar personalidades aisladas o antisociales.

¿Cómo nace un padre tóxico? Villavicencio aclara que el ser humano no nace con intenciones malignas, ni con el propósito de dañar al otro, sino que son construcciones sociales que vamos adquiriendo a lo largo de nuestras relaciones sociales.”

“Un padre tóxico se comporta así porque son los recursos que él aprendió a lo largo de su vida para vincularse, recursos absolutamente disfuncionales, eso sí, pero es lo que le puede dar a sus hijos. Tenemos que comprender las historias de vida.”

“Estos padres tóxicos seguramente vienen de una relación de descuido emocional, de abandono o caracterizada por la polaridad.”

Si dicha condición se hereda, entonces ¿cómo romper esa cadena?

“Ser conscientes del sistema familiar al cual pertenecemos y en ese sentido dejar de señalar a papá y a mamá y mejor intentar comprender por qué son así”.

“La conciencia generacional de mi sistema familiar me permite ubicar en el perfecto orden de dónde vienen todas estas cadenas que bajo algunas teorías psicológicas se les llama Cadenas de amor porque, insisto, el vínculo dentro del sistema familiar se rige por el amor.”

Para Emiliano Villavicencio casos como el de Luis Miguel tienen esperanza, pero implica mucho trabajo personal para reparar y resolver.

Redacción con información de El diario de Yucatán

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