Hoy, el productor Memo del Bosque aprecia los detalles, disfruta el momento y vive al máximo cada segundo.
Tras haber enfrentado el cáncer (linfoma de Hodgkin) por tres años, superar 24 quimioterapias y un trasplante de médula ósea, el productor cambió su forma de ver la vida; dejó atrás rencores, cosas negativas y le dio paso a lo positivo.
“La enfermedad me hizo valorar cosas tan pequeñas y básicas como un trago de un jugo, cosas que te gustan y no las puedes tener en ese momento porque no te las permiten.
“Te das cuenta que disfrutas cosas como cocinar, que además en esta época si lo haces en casa ayuda y fomenta la unión familiar”, afirmó Del Bosque en entrevista.
A finales de 2019 y principios de año, el productor permaneció internado durante 33 días debido al trasplante, luego continuó su tratamiento en casa. Y cuando estaba a punto de retomar su vida de manera normal, comenzó la pandemia de coronavirus.
“Dentro de todo lo triste que se vive afuera y todos los decesos, a mí de alguna forma el seguir recuperándome en casa me cayó, por ese lado, bien, pero ya no pude seguir con los chequeos que tenía que aplicarme cada 15 días. Por sugerencia de mi oncóloga, tenía que mantenerme en casa.
“Tengo células nuevas, gracias al trasplante de médula que me hicieron en diciembre, pero no se han enfrentado a ninguna enfermedad, entonces no tengo anticuerpos ni un organismo defensor”, aseguró.
Gracias a su vitalidad, Del Bosque empezó a trabajar a distancia en proyectos personales en línea como el reencuentro del elenco de El Calabozo, programa popular en la década de los 90, así como en la creación del video del mix de Color esperanza y Sólo le pido a Dios.
Froylan Escobar I Agencia Reforma
