Y el año de la pandemia, de China surgió la reina de la taquilla mundial.

The Eight Hundred, una cinta bélica dirigida por Guan Hu, inspirada en un episodio clave de la segunda guerra sino-japonesa (1937-1945), acabará el 2020 en todo lo alto de las listas de recaudación.

El título cierra el año con 461 millones de dólares, la mayoría de los cuales provienen de boletos pagados en salas del gigante asiático.

China, el territorio donde se originó la Covid-19, fue el primero en cerrar totalmente sus cines, pero, de igual forma, el primero en abrirlos y reactivarlos.

Nunca antes un título de aquel país se había colocado tan alto en los ingresos.

Y si bien la entronización de su cine se debe a situaciones coyunturales (cierres de cines masivos en occidente, retrasos por doquier de estrenos hollywoodenses), iba a llegar en algún momento.

Porque China se ha tomado a pecho el tema del séptimo arte y, copiando estilos de occidente, reclutando a veces cineastas y actores, y apostando por el cine espectáculo, es una locomotora difícil de parar.

Hace 10 años no se avizoraban películas chinas entre las más exitosas del mundo.

En 2016, The Mermaid, una comedia fantástica ocupó el lugar 14, y un año después Wolf Warrior 2, thriller de acción, el 7.

De acuerdo con reportes, su industria fílmica, este atropellado 2020, significa casi 18 mil millones de dólares, mientras que la estadounidense apenas 2 mil 200.

The Eight Hundred no esta solo en el top 10: en el peldaño seis está Legend of Deification, un filme animado de fantasía, inspirado en la figura histórica de Jiang Ziya.

Mario Abner Colina
Agencia Reforma