En una audiencia, que duró alrededor de cinco horas en el interior de los juzgados de Pozuelo de Alarcón, Miguel Bosé y su expareja Nacho Palau, se encontraron por la patria potestad de sus hijos y el régimen de visitas.
Bosé abandonó el tribunal por la parte trasera de una camioneta con cristales polarizados, para evitar que ningún medio de comunicación pudiese captar su imagen.
Posteriormente, Palau salió mostrándose más amable y cercano con los medios de comunicación, que esperaban expectantes sus primeras declaraciones tras el esperado reencuentro que ha tenido con el cantante.
“Lo único que quiero es que estén juntos los hermanos y si es más cerquita mejor. Que los cuatro estén juntos y que se establezcan visitas”, dijo parco el escultor valenciano, sin dar más detalles.
El encuentro entre los que un día fueron pareja ha sido de lo más tenso y se prevé un proceso judicial largo.
Nacho, con una media sonrisa, confirmó que Miguel llevaba cubreboca durante el encuentro, pese a que se ha visto envuelto en polémica por su negacionismo con respecto a la mascarilla sanitaria para evitar la propagación del covid.
María Fernanda Tellez I Agencia Reforma