De presidenta a directora
 
Hace (59) meses
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Este es un año especial para Robin Wright: no solo se cumplen tres décadas y media desde su debut como actriz, en la telenovela Santa Bárbara, sino que se celebra el 25 aniversario de Forrest Gump, cinta que la catapultó a la fama internacional como Jenny Curran.

“Llevo 35 años actuando y por eso hoy me siento así: en total control, pero, como en cualquier otra cosa, eso toma tiempo y poner las cosas en perspectiva”, dice la actriz.

En su caso, el balance no podría ser más positivo: en 2011, a los 47 años, cuando muchas de sus colegas veían disminuidas sus oportunidades laborales, ella comenzaba su trabajo en House of Cards, una de las primeras apuestas de Netflix, que acabaría por convertirse en una de las series más exitosas (y polémicas) de los últimos años.

Durante seis temporadas, Robin interpretó a Claire Underwood, quien en la última entrega, y tras el despido de quien fuera su coprotagonista, Kevin Spacey (por múltiples señalamientos de acoso sexual), se convierte en la primera presidenta de Estados Unidos.

“Siempre aprendes de tus personajes algo que quizá no sabías que existía, pero te das cuenta hasta que lo ves y es cuando dices: ‘Nunca he sido tan implacable o tan directa con tal o cual cosa’.

“Aprendes del comportamiento de quienes interpretas. Por ejemplo, nunca iba a saber lo que se sentía tener ese nivel de poder o lo que se siente matar a tu amante”, apunta.

Por su actuación en el show de Netflix, de 2013 a 2017 recibió nominaciones consecutivas como Mejor Actriz Protagónica de Serie Drama, y en 2014 ganó el Globo de Oro como Mejor Actriz en

Serie Dramática.

Luego de su debut en TV con Santa Bárbara, Robin saltó al cine, donde de inmediato cosechó éxitos con cintas como The princess bride (1987), la multipremiada Forrest Gump (1994) y Mensaje en una botella (1999).

Después de un periodo de bajo perfil, regresó a las grandes ligas con filmes como El juego de la fortuna (2011) y La chica con el dragón tatuado (2011), hasta llegar al superéxito de taquilla Mujer maravilla, donde encarnó a la amazona Antiope.

Sin embargo, asegura que es House of Cards el proyecto que mayores retos le ha representado. “Definitivamente fue un animal muy distinto, que no había hecho antes, porque cuando haces una película, encarnas un papel durante unos dos o tres meses, luego lo mandas a dormir y te pasas al siguiente.

“Aquí fueron seis años de darle vida a Claire y ha sido muy interesante, como andar en bicicleta; ahora está en mi ADN. Creo que jamás voy a olvidar cómo hacer este personaje”, admite.

Pero la serie será memorable también por otras razones, pues Robin fue una de las famosas en exigir un pago igualitario al de Spacey en el show. Asimismo, trabaja en favor de que cada vez más mujeres tengan mayor poder. “Tenemos que dar esas oportunidades a las mujeres que intenten tomar esas posiciones y decisiones, como directoras y jefas. Que se pongan a prueba, pero para eso necesitamos darles chance.

“Eso toma tiempo, como todo lo demás en la vida, es cambiar un hábito. Estamos rompiendo una costumbre”, dice.

Robin asevera que, tras decir adiós a Claire Underwood, ya no buscará personajes sino dirigir su primera película, después de haber dado sus primeros pasos en esa faceta con varios capítulos de House of Cards y el cortometraje The dark of night (2017).

“Hay tantas historias que me gustaría hacer, muchas muy diferentes, infinitas. Ese es un nuevo capítulo en mi vida del que muero por comenzar. Estoy planeando hacer mi primera cinta, eso es lo que está sobre la mesa por ahora”.

 

 

Fidel Orantes I Agencia Reforma

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