La primera escena en la que aparece Darío Yazbek en La casa de las flores es semidesnudo y teniendo relaciones sexuales.

El actor aseguró que para interpretar a Julián, un joven bisexual en la historia que estrenó Netflix, dejó de lado el pudor, los prejuicios y las inseguridades.

“¡Nunca lo tuve (pudor), creo! Hay una parte que lo veo como trabajo y, en muchos sentidos, el grupo de gente que estuvo en la serie es de los más profesionales que he visto.

“Es chistoso porque las escenas de sexo terminan siendo más serias, profesionales, todo el mundo es tan respetuoso que si uno no le entra con todo, te acabas sintiendo mal”, compartió Yazbek.

La serie creada por Manolo Caro y protagonizada por Verónica Castro representa su regreso actoral a un proyecto de talla internacional, tras pasar los últimos años detrás de cámaras.

La casa de las flores cuenta la historia de una mujer de Las Lomas que sueña con mantener una familia perfecta, mientras busca recuperar el éxito de su florería.

Pero dar vida a personajes poco convencionales no es novedad para él. Su debut, por ejemplo, fue en la cinta Daniel y Ana, de Michel Franco, en la que es obligado a tener relaciones incestuosas con su hermana.

Y admite que está emocionado y nervioso por la reacción de la gente con su interpretación.

“La familia lo ningunea todo el tiempo, pero sin querer es el que tiene muchas verdades dentro de lo que dice. En ese sentido es un personaje muy interesante porque juega con las apariencias y siempre sorprende al público.

“Es bastante volátil y tiene mucho de donde verle. Estoy muy ansioso de ver qué dice la gente, qué comentan al respecto, porque es un tema al que mucha gente le podría incomodar. ¡Qué bueno que les incomode y que se hable de él!”, agregó.

Fidel Orantes I Agencia Reforma