Cómprame un revólver, película que narra desde ojos infantiles a un México apocalíptico, totalmente bajo el control de los narcotraficantes, en el que las mujeres son capturadas y desaparecidas, los niños enjaulados, y la única ley es la de la metralleta, fue aplaudida en el Festival de Cannes.

“Aquí hay muchas personas del primer mundo y les pido que digan a sus políticos que ya es hora de legalizar las drogas”, lanzó en una proyección el director Julio Hernández Cordón, quien con el filme compite en la Quincena de Realizadores.

“Hay muchos desaparecidos cada día. Estados Unidos nos tiene inundados de armas y de balas, por algo que realmente no se consume totalmente en México”, agregó. Durante la conferencia de prensa que siguió a las proyecciones, el cineasta repitió sus palabras sobre un tema que, dijo, concierne a todos en México, pero también a los países desarrollados.

“Es necesario que en el primer mundo, donde se consume (la droga), hoy estén conscientes que en México ya estamos hasta la ma… de pagar los platos rotos”, insistió el cineasta.

El también realizador de Te prometo anarquía señaló que esta película correspondía a una voluntad de contribuir a concientizar al público sobre la situación en México.

“Lo primero en lo que pensé fue en mis hijas, y por eso las invité a participar”, dijo.

La pequeña Matilde Hernández, hija del director, de 10 años, estelariza el filme como Hulk, hija de un drogadicto que cuida el campo de beisbol preferido de narcotraficantes.

Hernández Cordón destacó que su esperanza está puesta en la juventud, de ahí esta película que se inspiró de algunas en Mad Max y Huckleberry Finn.

“Espero que los jóvenes tengan la sensibilidad de cambiar las cosas que están sucediendo en México”, destacó.

Mónica Delgado I Agencia Reforma