La vida moderna no para. Actualmente es complicado equilibrar los tiempos que se dedican a las labores cotidianas con el cuidado y dedicación que exige la preparación de alimentos.
Alrededor del globo cada región tiene su forma peculiar de preparar arroz. En los hogares mexicanos existe el rojo tradicional, el blanco, variantes preparadas con cilantro o chile poblano, y el arroz con leche, reconfortante en días lluviosos.
Julio Sánchez, chef ejecutivo en el restaurante de cocina mexicana La Tequila, conoce los secretos de la abuela para dejar en su punto ese cereal, fiel acompañante de moles, mariscos, pescados y otras proteínas como el pollo.
De acuerdo con Sánchez, cada persona cuenta con su fórmula al momento de hacer arroz. Él, por ejemplo, cuida lavarlo muy bien y dejarlo escurrir hasta quedar totalmente seco, así consigue dorarlo sin la interferencia de agua o humedad.
“Es un ingrediente fácil de trabajar, pero no todo mundo lo puede hacer. Cuando le encuentras la magia, te sale perfecto, tienes que descubrirle el punto exacto”, destaca la chef sonorense María Ponce, a cargo del restaurante mexicano Río Viejo, quien recomienda optar por los arroces de buena calidad.
De entre las recetas consagradas, sin duda, el arroz con leche es una consentida, y es una forma sencilla de darle un giro a este cereal.
Para María Ponce, quien pasó por la cocina de Corazón de Alcachofa, el secreto de lograr el arroz con leche se basa, primero, en cocerlo en agua con canela y al reducir el líquido, es momento de incorporar la leche.
Uno de las sugerencias de Ponce, es añadir unas gotitas de limón en la cocción con agua, para que así quede blanco y el grano no se abra.
María Minero I Agencia Reforma