¿Qué podría movilizar alrededor de 200 millones de personas en un corto periodo de tiempo? Si la pregunta se hace en China, una de las naciones más pobladas y extensas del planeta, la respuesta es relativamente simple: la celebración del año nuevo.
Este festejo, calculado con base en el calendario lunar, es un incentivo para la reunión familiar, la convivencia y el disfrute gastronómico en platos que, más allá de su sabor, tienen un poderoso significado ritual.
“China es un país muy grande. Tiene una superficie de 9 millones 640 mil kilómetros cuadrados y todos los años, en estas épocas, quienes trabajan en las grandes ciudades regresan a su pueblo, a su tierra. El motivo es que toda la familia esté junta para cenar, festejar y recibir el año nuevo”, relata Huang-Chong, propietario del restaurante Zohe China Gourmet al sur de la Ciudad.
El restaurador y ex diplomático de la República Popular China no duda en catalogar esta fiesta como la más importante en el calendario del Gigante Asiático. Es tan trascendente que las familias comienzan con los preparativos hasta una semana antes de la celebración, que será la noche del 4 de febrero.
Un verdadero banquete
Las mesas tradicionales en los festejos del Año Nuevo Chino son abundantes. Allí, los sabores se concentran y muestran la amplia riqueza cultural y gastronómica china.
“Normalmente comemos dumplings de diferentes rellenos: de cerdo, res, camarón… y tenemos que comer pescado, porque en chino se llama ‘yú’ y esta pronunciación tiene otro significado: ‘abundancia’.
“También debemos comer diferentes carnes: cerdo, res, cordero… La mesa es grande y todos los platillos son para compartir en familia, de 10 personas para arriba”, detalla Huang-Chong.
La selección para maridar incluye refrescos carbonatados con sabor a cereza o litchi, cervezas locales y baijiu, un potente destilado local.
“Hacemos el brindis con baijiu, un licor chino hecho con diferentes cereales: sorgo, trigo y arroz. Tradicionalmente, tiene una graduación alcohólica de entre 45 y 52 y se toma derecho; es el tequila de los chinos”, complementa.
La mesa está puesta
Pescado para la abundancia, noodles para la longevidad, albóndigas para la buena suerte.
Staff I Agencia Reforma
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