Cuando Bety y su esposo llegaron a su domicilio, en la Alcaldía Miguel Hidalgo, esperaban encontrar a su hijo herido o, a lo mucho, en una ambulancia.
Durante la llamada que recibieron por separado, les adelantaron que Iker Yael, de 6 años, estaba tirado en el patio trasero, el espacio que el resto de la familia destinó desde hace años para sus mascotas: tres perros criollos.
Los celulares de la pareja sonaron alrededor de las 16:30 horas, mientras ella compraba los insumos para su negocio de comida y él trabajaba.
Tres horas antes, Bety había salido de la vivienda, ubicada en Avenida Observatorio 412, en la Colonia 16 de Septiembre.
Como muchas veces, dejó encargado al menor con María del Socorro, su tía de 56 años.
Los reportes de las autoridades señalan que durante la tarde, el pequeño le avisó que iría al baño y se marchó.
Aunque Iker no regresó, ella no se alarmó hasta que escuchó ladridos.
Al entrar al patio, halló al pequeño ensangrentado en el suelo y a los canes sueltos, pese a que normalmente permanecían encadenados.
Los paramédicos de Protección Civil llegaron unos 10 minutos después de ser alertados, pero fue demasiado tarde.
A las 20:00 horas, el zaguán se abrió para que los peritos subieran el cuerpo a la ambulancia forense.
Las primeras hipótesis señalan que sólo uno de los perros atacó a Iker, pero los tres fueron asegurados por la Brigada de Vigilancia Animal.
En tanto, la Fiscalía General de Justicia informó que abrió una carpeta de investigación con detenido, por la probable comisión del delito de homicidio culposo.
La mujer que se encontraba al cuidado del menor fue puesta a disposición del Ministerio Público, como parte de las indagatorias para establecer cómo ocurrieron los hechos.
Elthon García | Agencia Reforma
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