Los tamales son uno de los platillos más representativos de la gastronomía mexicana. De mole, verdes, con rajas, de dulce, al estilo oaxaqueño, con pollo, con carne de cerdo… hay de sabores y colores para todos los gustos. Pero si de tamales sorprendentes hablamos, el zacahuil es el mejor de todos.
Esta delicia es originaria de la Huasteca y de la sierra de Hidalgo, en especial del pueblo de Ixtlahuaco. El zacahuil está hecho a base de masa de maíz martajada, la cual se mezcla con manteca de cerdo y chiles molidos con especias de sal.
Posteriormente se arma una base gruesa con hojas de papatla u hojas de plátano, se unta la masa y se coloca el relleno que puede ser carne de cerdo cruda o piezas de guajolote. Para cubrirlo se utiliza otra capa de hojas de papatla.
Una vez que se tiene formado el tamal, éste se amarra con un mecate grueso y alambre, y se coloca en un gran horno de leña, mismo que se cubre con tabiques y barro para que no escape el calor. Después de diez o doce horas, el zacahuil se saca del horno.
Lo sorprendente de estos tamales no sólo es su sabor, sino su tamaño, ya que llegan a medir ¡hasta 5 metros de largo!
Cuéntanos, ¿has comido el tamal zacahuil? ¿Te gustaría probarlo?