No jales… que descobijas

Justo en la conformación de los equipos de trabajo de las nuevas administraciones tanto estatal como municipal, surge de nueva cuenta el tema del Proyecto Pachuca, que pretende llevarse más de cien mil toneladas de jales a Epazoyucan al ser emitido el permiso antes de finalizar el mes por parte de Semarnat.
Este será uno de los primeros retos que tendrán que enfrentar los nuevos gabinetes y lo digo en plural, porque deberá intervenir el estatal como varios municipios.
Federico Vera, actual delegado en Hidalgo de Semarnat, hizo el anuncio y con ello, la fuerza de Altos Hornos de México, tendrá el permiso para ir a la recuperación de al menos 10 toneladas de oro y 2 mil 444 de plata que tienen guardados estos dañinos polvos en su seno.
Grupos organizados de Epazoyucan han fundamentado la contaminación que generarán los jales que serán depositados en una zona que sirve como resumidero para el acuífero que los dota de agua a ellos y varios municipios a la redonda. Sin embargo, sus gritos no son escuchados por el gobierno federal y menos por el estatal que se sumó con simpatía al proyecto de este grupo poderoso minero del norte del país.
Sin embargo, todavía existen alguna esperanza para que este proyecto no se realice de forma inmediata como ya lo tiene cantado en sus informes que rinde AHMSA a la Casa Mexicana de Valores desde 2011.
Y ésta posibilidad radica en la decisión de los presidentes municipales de Pachuca, Mineral de la Reforma, Epazoyucan y Zempoala, quienes deben autorizar los permisos de construcción para la instalación del llamado jaloducto que será el encargado de llevar el jale lixiviado a manera de lodo hasta la planta de procesamiento en Epazoyucan.
Ahora, hay que recordar que en estas pasadas elecciones ese corredor, con excepción de Zempoala la ciudadanía decidió darle la espalda a los gobiernos priistas y optaron por gobiernos panistas, quienes dado el momento y de no apresurarse los demás, tendrían que dar o no esos permisos.
También tendrá que ver la autoridad estatal al autorizar el manifiesto de impacto ambiental sobre el lugar donde pasara el jaloducto, y allí se medirá el compromiso de las nuevas autoridades con el medio ambiente y con la gente.
Lo que es un hecho, y de acuerdo a la normativa, que la población ya no será consultada al ser agotada esa fase. Justo, funcionarios de la Secretaría de Gobierno estatal se encargaron de llevar a una veintena de representantes a una exposición dada por los empresarios en sus oficinas de la Compañía Real del Monte y allí convencerlos.
De este modo, legalmente se satisfizo la consulta popular, mientras que en Epazoyucan que verán cerca de 400 hectáreas cargadas de jales, los habitantes se quedaron con su indignación.
La agrupación Change Org hizo eco a sus peticiones y logró juntar en unos meses la firma de más de 10 mil simpatizantes que quieren impedir que los jales sean removidos.
No se necesita ser mago para descubrir la gran ambición de las empresas mineras que sólo han dejado hoyos en nuestros pueblos, miseria y enfermedades, ya es justo que sean escuchados estos vecinos que no quieren ver morir a sus hijos de cáncer, tal como sucede en el corredor Tula-Tepeji o de enfermedades extrañas como las registradas por donde pasa el caño de aguas negras procedentes del Valle de México y que a nosotros nos sirve de abono.

Nimiedades: Alguien se ha puesto a ver que a partir del 5 de septiembre los desempleados del tricolor se quintuplicarán.