No tiene un aspecto futurista y sus interiores tampoco lucen como una nave espacial.
No obstante, el nuevo Bolt EV de Chevrolet llega al País como uno de los tres vehículos eléctricos capaces de superar los 350 kilómetros con una sola recarga; promete 383.
Por fuera tiene la silueta de un crossover con capacidad para cinco personas, pero bajo la cabina de pasajeros, el Bolt cuenta con una batería de iones de litio de 60 kilovatios/hora, suficiente para ir y volver de la Ciudad de México a Cuernavaca sin que el conductor tenga que preocuparse por buscar un cargador en el camino.
Es suficiente con regresar a casa y enchufarlo a la corriente eléctrica antes de dormir: sí, como smartphone, tableta o reloj inteligente. Por cada hora conectado suma 40 kilómetros con un cargador de 240 voltios.
Sin embargo, ninguno de estos dispositivos ofrece lo que el Bolt: un motor de 200 caballos de potencia que le permiten ir de 0 a 100 en menos de siete segundos. Basta llevar el acelerador a fondo para que las llantas del auto rechinen y éste salga proyectado a toda velocidad mientras un ligero zumbido eléctrico, apenas más ruidoso que un susurro, se propaga por el habitáculo.
A la hora de reducir la velocidad, el conductor puede presionar el freno (atención en esto) con la mano izquierda. Así es: además del pedal, el Bolt integra una paleta en el volante que activa el freno regenerativo para recargar la batería del vehículo durante la desaceleración.
Pero el Bolt EV no es un automóvil de lujo: de hecho, al interior predomina el uso de plásticos y sólo destaca el tablero digital y la pantalla de 10 pulgadas para infoentretenimiento.
A final de cuentas, el Bolt EV no se trata de un auto para el futuro, sino del vehículo eléctrico de hoy.