Eglogia, muchacha pueblerina, se vio precisada a emigrar a la ciudad en busca de trabajo. Desconsolado se quedó en el pueblo su amante esposo, Bucolino. Pasó un año sin que los dos se vieran. Un día Bucolino recibió un telegrama: ¡Eglogia regresaba al pueblo! Debía esperarla en la estación del tren, tal día a tal hora. Cuando llegó la feliz fecha ahí estaba Bucolino en la estación, a lomos de su burro. Sucedió, sin embargo, que por ahí andaba una burrita, de lo cual no se dio cuenta Bucolino. El asno se alborotó por causa de los efluvios amorosos que la pollina despedía de sí. Empezó a proferir rebuznos wagnerianos; daba corcovas; se agitaba. Advirtió eso su dueño y le dijo al erizado jumento: “¿Qué tienes, tú? ¡Como si el telegrama te hubiera llegado a ti!”… Don Valetu di Nario volvió de su visita al médico. Le dijo a su esposa: “El doctor me diagnosticó agotamiento sexual terminal. Sólo me quedan 10 actos de amor por realizar. Después habrá acabado para siempre mi vida amorosa”. “No importa -trató de consolarlo ella-. Disfrutaremos esas 10 veces como en los viejos tiempos”. Replicó don Valetu: “Me vas a perdonar, pero ya hice una lista de con quiénes lo voy a hacer esas 10 veces, y tú no estás en ella”… En el vestidor del club de tenis Dulciflor le preguntó a Pirulina: “¿Por qué usas siempre ligas negras?”. Respondió ella: “Lo hago en memoria de los que han pasado al más allá”… Es muy difícil que hagan justicia quienes actúan injustamente. Existen sobrados motivos para que los corruptos líderes de la CNTE sean sometidos a proceso penal, pero otros líderes corruptos hay en el país que no sólo andan más sueltos que un prójimo con pringapiés (o sea cursos, diarrea, cámaras o carrerillas), sino que además ostentan cargos de representación, detentan fuero y campean entre la élite de las cúpulas políticas. Aun con tal inconveniente el gobierno federal no debe dar un paso atrás en la lucha que ha emprendido para impedir que los nefastos dirigentes de aquella nociva organización sigan medrando y sometiendo a sus dictados al sistema educativo de los estados donde operan. Eso sí: las acciones que se lleven a cabo contra aquellos líderes caciquiles deben estar estrictamente apegadas a derecho, a fin de que nadie -especialmente López Obrador, aliado y defensor de esa mafia del poder sindical- se sienta autorizado para hablar de represión. Ya es hora de poner un alto a las tropelías de la CNTE y a los abusos de todo orden de sus corifeos. En ese sentido el presidente Peña y el secretario de Educación tienen la aprobación de la comunidad nacional, harta ya de los excesos de los cenetistas. La recta aplicación de la ley es la mejor arma para contener a esos mal llamados maestros que ciertamente no luchan por la justicia, sino por la preservación de turbios intereses que tienen que ver con cuestiones económicas y de poder político, y no con cosas de reivindicación social… Doña Uglilia, mujer con quien la naturaleza anduvo avara cuando repartió sus atractivos, estrenó casa. Le dijo a su marido: “Debemos poner cortinas en la ventana de la recámara, pues da a la calle”. “¿Cortinas? -replicó el hombre-. ¿Para qué?”. “¿Cómo para qué? -se molestó la señora-. Si no ponemos cortinas los vecinos me verán cuando me desvista”. “Que eso no te preocupe -acotó el marido-. Si los vecinos te ven desvestirte ellos pondrán cortinas en sus ventanas”… Pepito era boy scout. Un día le anunció, feliz, a su papá: “Le vamos a hacer un reconocimiento a Rosilita. La nombraremos Boy Scout Honoraria”. Preguntó el señor: “¿Por qué?”. Explicó Pepito: “A todos los de la tropa nos hizo la buena obra que queríamos”. FIN.