Me habría gustado conocer a Jean de Meung, poeta y escritor.
Nacido en 1240, renacido en 1305, es el autor de la segunda parte de La Novela de la Rosa, una de las obras capitales de la Edad Media francesa. En el libro hizo una hiriente sátira de los clérigos, del celibato sacerdotal, de la infalibilidad del Papa y del origen divino de los reyes.
Eso le trajo muchos problemas, aunque no tantos como cuando escribió una serie de epigramas acerca de las mujeres de su tiempo, a las que tachó de frívolas, mendaces, codiciosas y de poco seso. Furiosas al verse retratadas así, un grupo de encendidas féminas le echaron mano y lo arrastraron a las afueras de la ciudad con la intención de darle muerte a pedradas. Ya en el sitio de la ejecución De Meung les suplicó que le concedieran una última gracia, y ellas accedieron. Pidió el poeta:
-Quiero que la primera piedra me la arroje la mujer más vieja entre ustedes.
Jean de Meung vivió muchos años más.
¡Hasta mañana!…
“Tubérculo”
Los pieles rojas, airados
y furiosos en exceso,
acostumbran decirle eso
a quien los mira encuerados.