“Una persona buena es tan rara como un cisne negro”.
Juvenal
Nos narran un operativo de gran precisión realizado por la Armada de México. La versión oficial, supongo, es la que dio a conocer ayer Carlos Loret de Mola, quien mostró en su informativo de televisión una recreación con apoyo de la Marina, incluso con imágenes de la balacera. El operativo tenía incluso nombre de película, Cisne Negro. El problema es que la historia no cuadra con la información.
La versión oficial muestra un sólido trabajo de inteligencia. La ubicación del Chapo pudo precisarse, según la procuradora Arely Gómez, porque se descubrió “la intención de Guzmán Loera de filmar una película biográfica, para lo que estableció comunicación con actrices y productores”.
En el reportaje de televisión, la Marina detectó el aterrizaje de una avioneta en Guamúchil, Sinaloa, el 6 de enero. Iván Gastélum Cruz, jefe del cártel de Sinaloa en la zona, fue a recoger al Chapo y lo trasladó a una casa en el exclusivo fraccionamiento Las Palmas, en Los Mochis. “Un comando de élite con 17 elementos de la Marina” se preparó para la captura, pero esperó el apoyo de otros 50 elementos. El operativo empezó a las 4:40 de la madrugada del 8 de enero. La casa fue asegurada en 15 minutos, pero la persecución continuó durante hora y media en calles y azoteas. Cinco sicarios perdieron la vida, un marino fue herido y seis personas detenidas. El Chapo escapó por un túnel y por el drenaje.
“El procesamiento de la información llevó a las autoridades a pensar que [El Chapo] quiso esconderse bajo tierra esperando que el operativo en su contra cesara” (noticieros.televisa.com). Cuando empezó a llover, él y Gastélum decidieron salir. Robaron un vehículo, pero “fueron interceptados por fuerzas federales en la carretera Mochis-Navojoa y llevados a un hotel de paso en espera de respaldo. La Operación Cisne Negro había concluido con éxito”. El “comando de la Marina” detuvo al Chapo, según el reportaje, “con información del Cisen”.
¿Dudas? El comunicado inicial de la Marina, emitido a eso de las 11 de la mañana del 8 de enero, antes de la captura, no habla ni del Cisen ni de labor de inteligencia: “Los hechos ocurrieron cuando personal naval recibió una denuncia ciudadana donde se señalaba que en un domicilio se encontraban personas armadas, por lo que “elementos de la Armada de México acudieron al citado domicilio, donde fueron agredidos con disparos de arma de fuego desde el interior, por lo que elementos de esta institución procedieron a repeler la agresión en legítima defensa con el único fin de proteger la vida propia de los elementos.”.
El Chapo y Gastélum escaparon por el drenaje y salieron por una alcantarilla en Jiquilpan y Antonio Rosales, donde dejaron un AR-15. Robaron un Jetta blanco, que abandonaron, y después un Focus rojo, cuyo tripulante dio aviso a la policía. Dejaron atrás el perímetro en que los buscaba la Marina, pero fueron detenidos por dos policías de caminos en una patrulla por ir a exceso de velocidad. Cuando el Chapo les preguntó: “¿No saben quién soy?”, los policías lo reconocieron. Les ofreció suficiente dinero para no tener que trabajar el resto de sus vidas; pero los policías rechazaron el soborno y, por temor a un rescate, lo llevaron al Motel Doux mientras recibían refuerzos.
La historia del operativo de precisión quirúrgica convenció a muchos de que la captura fue realizada con labor de inteligencia de la Armada. Sin embargo, parece que los marinos entraron a la casa sin saber quién estaba dentro y le perdieron la pista al Chapo. Éste sólo fue detenido después por ir a exceso de velocidad. Es una historia llena de imponderables, más mexicana y quizá más creíble que la versión oficial. Se trata de un verdadero cisne negro.
Imponderables
¿Qué es un cisne negro? Según Nassim Nicholas Taleb, un imponderable que ni los expertos pueden prever. “Los humanos somos víctimas de una asimetría en la percepción de sucesos aleatorios. Atribuimos nuestros éxitos a nuestras habilidades y los fracasos a circunstancias fuera de nuestro control, o sea al azar.”
—
