A las 10:30 horas de ayer, autoridades municipales y seguridad física de Petróleos Mexicanos (Pemex) autorizaron que más de 250 personas de la comunidad Santa Ana Azcapotzaltongo, en Tepeji del Río, volvieran a sus hogares tras haber sido desalojadas la noche del martes ante una fuga de gas licuado de petróleo (LP) causada por una toma clandestina.

Criterio visitó el auditorio ejidal de la localidad Santiago Tlautla, espacio habilitado como refugio temporal para los desplazados por el escape provocado de combustible, ahí se pudo constatar la logística implementada por el ayuntamiento y el gobierno estatal para atender a los pobladores.

Una mujer, identificada como Guillermina, quien estaba acompañada de su hija menor, dijo que por la hora en que se suscitó la emergencia las “agarró” dormidas; sin embargo, pudieron salir de su vivienda gracias a “un carrito viejo”, propiedad de la familia.

Expresó que a pesar de que las autoridades las atendieron bien, la preocupación ante una explosión en las inmediaciones de la toma clandestina las mantuvo intranquilas.

La noche del martes, las autoridades solicitaron a la población no acercarse a Santa Ana. El alcalde, Salvador Jiménez Calzadilla, dijo que “cualquier chispazo, hasta el switch de un carro o motocicleta, podría causar un estallido”.

Personal de Pemex señaló que la fuga se había controlado desde la noche del martes; sin embargo, el desalojo de personas se mantuvo hasta ayer, ya que el clima impedía la dispersión del gas.

A las 11:00 horas, la Guardia Nacional reabrió la circulación en la México-Querétaro, en la cual quedaron varados por 10 horas varios automóviles.

Miguel Ángel Martínez I Tepeji del Río

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