Familiares de los fallecidos en la explosión de un ducto de Pemex el pasado 18 de enero en la comunidad San Primitivo, Tlahuelilpan, se quejaron de la lentitud con la que son atendidos desde que la delegación de Programas del Bienestar cambió la modalidad de las reuniones con los afectados.

El pasado 30 mayo, explicaron, Abraham Mendoza Zenteno, coordinador de dichos esquemas en el estado, determinó que las juntas informativas de cada jueves se convertirían en mesas de diálogo personalizadas y quincenales.

En esa ocasión, el exdirigente estatal de Morena afirmó que la atención se clasificaría de acuerdo con cada caso, para lo que habría personal de la coordinación del Programa de Seguro para Jefas de Familia, del Bienestar para niños hijos de madres trabajadoras, del DIF nacional y apoyo jurídico.

Al principio, dijeron, el cambio fue aceptado por los consanguíneos de las víctimas, pues consideraron que de esta manera sus necesidades serían mejor atendidas; no obstante, a un mes de la modificación, acusaron que el proceso es demasiado lento.
Agregaron que la reunión del 13 de junio se canceló y en la del día 27 solo recibieron a cinco personas.

Al respecto, trabajadores de la oficina de atención a víctimas del gobierno federal —quienes prefirieron no identificarse— reconocieron la tardanza en el proceso de diálogo con los deudos; no obstante, pidieron paciencia, pues la situación mejorará, dijeron.

Miguel Ángel Martínez I Tlahuelilpan