El titular de la Subsecretaría de Protección Civil y Gestión de Riesgos de Hidalgo, Francisco Quijas Cruz, indicó que el monitoreo de las fallas geológicas que existen en Agua Blanca y Tenango de Doria corre a cargo de sus homólogas municipales.
Explicó que la región Otomí-Tepehua es parte de la sierra transversal, por lo que suelen presentarse deslaves o derrumbes, por lo que la vigilancia se debe intensificar, principalmente en la temporada de lluvias.
Aseveró que, aunque las revisiones se encuentran a cargo de los municipios, a través de sus unidades de Protección Civil, estas turnan sus reportes a la dependencia estatal.
En noviembre de 2007, el gobierno de Agua Blanca reportó deformaciones en la estructura de viviendas ubicadas en la comunidad Plan Grande, al igual que la súbita aparición de una grieta en el suelo, en la carretera que comunica a este municipio con Zacualpan, Veracruz, debido a un fenómeno natural conocido como inestabilidad de laderas, de acuerdo al dictamen técnico que, en su momento, emitió el Servicio Geológico Mexicano (SGM).
Esta falla geológica, con una longitud de aproximadamente seis kilómetros, misma que obligó a la reubicación de 100 familias e inhabilitó la carretera, fue monitoreada hasta 2010 por autoridades estatales, quienes determinaron que no se extendió más.
En Tenango de Doria existen dos fallas geológicas que atraviesan las comunidades El Aguacate y El Progreso, donde habitan cerca de 200 familias.
Hace más de una década, especialistas recomendaron que El Progreso, en la que convergen más de 80 familias, fuera reubicada; sin embargo, los pobladores no quisieron y mantienen su postura.
Protección Civil señala que son los municipios los encargados de vigilar esas fallas geológicas.
María Antonieta Islas | Tulancingo
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