Con siete procesos legales, suspensión de servicios por falta de pago y el embargo del vehículo administrativo, entre otros pendientes, Sandra Bones Ortega asumió la dirigencia de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), delegación Tulancingo.
Sin embargo, a dos meses del cambio de mesa directiva de este ente comercial, el anterior presidente, Francisco Ruiz Hernández, no se ha presentado para concretar la entrega-recepción.
Pese a ello, Bones consideró que a “paso lento” avanza la regularización de la parte legal para que la Canaco Tulancingo obtenga nuevamente el registro del Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM) y puedan operarlo a partir de agosto.
La falta de documentación y seguimiento de trámites por parte de su antecesor, también obligó a la actual dirigente a gestionar ante la Secretaría de Economía el reconocimiento de la Canaco Tulancingo como cámara actualizada.
El siguiente paso, dijo, es verificar el estado que guardan las demandas interpuestas por siete extrabajadores contra el otrora dirigente Francisco Ruiz.
“No sabemos si son demandas laborales o penales en contra del expresidente de la cámara porque, en su momento, argumentaron que los exhibió públicamente”.
Está pendiente, agregó, la entrega del inmueble y el automóvil; incluso este último, según lo dicho por su antecesor, se encuentra embargado sin especificar el motivo, aunado a otro embargo que ejecutó el Infonavit.
CUENTAS
Bones, seis años atrás, fungió como gerente de la Canaco Tulancingo cuando sumaban casi 2 mil socios; ahora, no son más de 80, y aunque la afiliación
de éstos corresponde a 2016, Ruiz no dejó un solo peso por ese concepto.
Confió en que, en breve, su antecesor concrete la entrega-recepción para que la cámara retome el rumbo; sin embargo, a 15 días de terminar su gestión, Ruiz dejó la presidencia.