La reconstrucción de la Ciudad de los Atlantes es “imposible” sin que el gobierno federal inyecte recurso en el municipio, coincidieron damnificados por las anegaciones de septiembre pasado, por los desbordamientos de los ríos Rosas y Tula, en el centro y nueve localidades de la demarcación.
Antonio Barrera Zamudio, quien se vio afectado por la crecida del primer cuerpo de agua mencionado, señaló que le parece “increíble” que el primer cuadro de la ciudad y otros sectores y comunidades aún estén en “ruinas”, pese a que ya pasó más de un mes y tres semanas de la emergencia.
Recriminó que, a más de 50 días de la catástrofe, los tres órdenes de gobierno solo hayan “peloteado” la responsabilidad del siniestro, “pues todos se desentienden” y comentan que no hay dinero para la recuperación del patrimonio de los 35 mil pobladores que resultaron afectados.
Asimismo, la presidenta de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) Tula, Estela Moreno Cornejo, consideró “inexplicable” que la ayuda económica aún no haya fluido, aun cuando faltan siete días para que se cumplan dos meses de la tragedia.
“Es reprochable que las autoridades no hayan respondido por los daños, sobre todo cuando saben que Tula no se inundó, sino que a Tula la inundaron”, señaló.
Agregó que el censo real de negocios afectados de la zona centro es cercano a los 600, pero explicó que esta cifra no contempla los establecimientos de las localidades perjudicadas por el siniestro, donde hubo merma de mercancías o pérdidas totales.
La representante gremial sostuvo que, si primero no se da la reactivación económica y la recuperación de empleos que ofrecía el primer cuadro de la ciudad y calles aledañas, será “difícil” que se logre la reconstrucción de la antigua Tollan.
“No nos levantaremos de la miseria en la que estamos sin un poco de ayuda; por ejemplo, se necesitan créditos con tasas de interés muy bajas; sé que yo no soy quién para fijar las ganancias a los bancos o a las financieras, pero sí necesitamos un poco de misericordia porque lo que nos han venido a ofrecer hasta ahora son empréstitos con el 10 o 12 por ciento de interés, por eso nadie los ha agarrado”, detalló.
En tanto, Patricia Badillo Bárcenas, presidenta de la Unión de Tianguistas de Tula (UTT), coincidió en que se necesita apoyo del gobierno federal.
“Que nos vengan a ayudar con cualquier cantidad, ya sea para levantar nuestros negocios o reconstruir viviendas o para tener que comer un día más. Estamos en la ruina… por ahora nos preocupa más el día a día que la reconstrucción del municipio”, dijo.
Por su cuenta, Héctor Buitrón Barrera, representante de medios del grupo SOS Tula, indicó que hace falta que las administraciones de la República y de la entidad proporcionen recursos para impulsar de nuevo al municipio.
Indicó que hasta ahora ha sido poca o nula la respuesta de las autoridades: “Del gobierno federal y del estado no se ha recibido absolutamente nada, del municipal poco es lo que se ha entregado, pero entendemos que ellos nos han dado porque son los que distribuyen las ayudas que han donado particulares”.
Criterio recorrió el primer cuadro de Tula y constató que gran parte de la ciudad sigue con los daños provocados por las inundaciones: viviendas colapsadas o a punto del derrumbe, domicilios abandonados y pestilentes, bardas derrumbadas, centros de salud sin personal, así como locales cerrados o en reparación.
Ahorita no estamos preocupados por reconstruir la ciudad, hacemos lo que podemos, pero, de momento, estamos más ocupados en el día a día, en tener algo de dinero o comida para sobrevivir”, Patricia Badillo Bárcenas, presidenta de la UTT.
Miguel Ángel Martínez
Tula de Allende
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