Campesinos de los distritos de riego 003 de Tula y 100 de Alfajayucan, quienes por dos semanas mantuvieron bloqueada la Planta Tratadora de Aguas Residuales de Atotonilco (PTAR) en demanda de mayores volúmenes de agua para la siembra de 90 mil hectáreas de tierra, acusaron que el complejo de tratamiento en realidad nunca ha cumplido con su compromiso social de sanear el hídrico.

Encabezados por Efraín González Leal, representante de usuarios de riego no transferidos de las circunscripciones en cuestión, manifestó que en un inicio se les dijo que dicha instalación solucionaría la grave contaminación y daños a la salud que resultaban de la captación de aguas residuales del Valle de México, cosa que se ha incumplido por casi 10 años.

“Se supone que la central de tratamiento retiraría los metales pesados del agua, que son los que enferman a la población…, los casos de cáncer se dispararon en la zona hace 25 años a consecuencia de toda la porquería que nos llega; sin embargo, se ha incumplido con este fin”, aseguró.

No obstante, los inconformes revelaron que el jueves alcanzaron convenios con la Segob federal y la Conagua para resolver los problemas del campo y mitigar los daños a la salud.

“Ofrecieron analizar la reubicación de las casas que están a pie de los monorrellenos, construir un hospital de tercer nivel en Atotonilco con una inversión millonaria para atender los múltiples casos de cáncer, la perforación de pozos de agua en las comunidades de Portezuelo, El Santo y San Antonio, además de abrir las compuertas en su totalidad para que tengamos la suficiente agua para nuestras tierras”, aseveró.

Las mesas de diálogo quedarán abiertas y se efectuarán cada 15 días, con el objetivo de atender los múltiples problemas derivados del funcionamiento de la PTAR, misma que desde su entrada en operaciones (en 2011), a consideración de los campesinos, ha traído más perjuicios que beneficios.

Miguel Ángel Martínez

Atotonilco de Tula