Artesanos que laboran en la zona arqueológica de Tula exigieron al administrador del recinto, Alejandro Gasca Cruz, la reapertura de la Ciudad de los Atlantes, lo que les permitiría reactivar su economía, ya que llevan casi 11 meses sin laborar a causa de la pandemia del coronavirus (Covid-19).
En entrevista, uno de los afectados dijo que no entiende por qué el encargado del antiguo centro ceremonial mantiene cerrado el polígono, cuando entre el 15 y el 17 de septiembre pasado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) autorizó abrir, bajo el esquema de “nueva normalidad”, las zonas arqueológicas del centro del país, siendo Tula la única que no está en funciones.
Agregó que los artesanos saben que también se permitió la operación de zonas arqueológicas ubicadas en otras latitudes: “En Chiapas abrieron Palenque; en Estado de México, Teotihuacán; en Oaxaca, Monte Albán; en Yucatán, Chichen Itzá y Uxmal, y en Veracruz, El Tajín.
Por lo anterior, el inconforme reiteró que no comprende por qué Gasca Cruz no quiere abrir la zona arqueológica.
“Se tienen las de Estado de México, Campeche, Yucatán, pero aquí existe la cerrazón de no permitir su apertura, aunque el INAH ya dio permiso en otras latitudes… Nos quieren matar de hambre”, recriminó.
Agregó que el pretexto del encargado de la zona arqueológica de Tula es que no cuenta con suficiente personal.
Criterio trató de contactar al administrador del polígono; sin embargo, no atendió la llamada.
De acuerdo con el líder del Movimiento de Afectados de la Zona Arqueológica de Tula, Alejandro Barrientos Adolfo, del antiguo centro ceremonial dependen económicamente al menos 500 familias.
Miguel Ángel Martínez
Tula de Allende