Jesús González I Atotonilco de Tula.

Después de una reunión entre vecinos de la calle Uruguay, en la colonia Bóvedas, y el presidente municipal de Atotonilco de Tula, Julio César Ángeles Mendoza, ambas partes acordaron suspender la instalación de una línea de gasoducto en la vía, pues los habitantes temen una fuga.

El proyecto comenzó a principios de 2018 con el objetivo de que la calera El Tigre, situada en la localidad, utilice gas natural, explicaron los inconformes, quienes señalaron que ninguna autoridad les consultó. “Llegó la empresa a trabajar, señalando que ya tenía los permisos del gobierno”, expuso uno.

El alcalde reconoció que su administración otorgó la autorización a la firma constructora, que invertirá poco más de un millón de pesos en el gasoducto.

“Es un beneficio para la ciudadanía porque la calera va a dejar de utilizar coque y usará gas natural. Eso representa menos contaminación y en un futuro la población va a poder hacer uso del gasoducto para sus viviendas”, justificó el edil.

Sin embargo, los pobladores aseguraron que su integridad corre riesgo. “Ya se presentó una fuga en la válvula que colocaron, no estamos dispuestos a que se realice la obra”, indicó otro.

Además, según los quejosos, los empleados de la firma se han portado “groseros” con las mujeres que se han acercado a pedir información.
Demandan que cada una de las 200 familias que residen en la zona cuenten con un seguro de 300 mil pesos; no obstante, la petición fue desechada por la empresa y el presidente municipal.

“La obra cuesta poco más de un millón de pesos, si se les dan 300 mil por familia, estaríamos hablando de cerca de 7 millones de pesos, es casi imposible; pero se respetará la decisión de la gente, si ustedes dicen que no, el gasoducto no se hace”, afirmó Ángeles.