Aun cuando comienzan a limpiar sus parcelas del cempasúchil para la siembra de otros productos, campesinos de Doxey, en Tlaxcoapan, mantienen la esperanza de vender las distintas variedades de flor de Día de Muertos que les quedaron a fin de aminorar sus pérdidas.
Enrique Martínez Lugo, floricultor originario de la localidad, señaló que lo que más afectó la venta fue el cierre de panteones y escuelas, debido a que estas últimas “realizaban buenas compras por la colocación de altares” en los planteles.
Dijo que, aunque fueron previsivos y sembraron una hectárea menos de flor en comparación con las tres de otros años, aún así registraron pérdidas por un aproximado de 20 a 25 mil pesos.
Para reducir las mermas, dijeron que esperan que las flores (cempasúchil, girasol, manita de león, crisalia y nube), aunque ya fueron cortadas “aguanten un poco más”, para ver si pueden ser comercializadas con las florerías de la región o bien entre las personas que visiten a sus difuntos en los cementerios en días subsecuentes al Día de Muertos, en que ya estuvieron abiertos los camposantos.
Por separado, Margarita Daniel indicó que si bien casi todos los productores registraron pérdidas, más o menos pudieron rescatar sus ventas, ya que algunos tuvieron la iniciativa de “ranchear” para ofrecer al menudeo las flores.
Ambos agricultores dijeron que, aún con las pérdidas, “es hora de ver hacia delante”, por lo que, comenzaron a sembrar productos como avena, chile o alfalfa. “A ver qué Dios dice de aquí a fin de año, puesto que en estos meses nos fue mal”.
Miguel Ángel Martínez
Tlaxcoapan