En demanda de que se cumpla el desalojo de Los Oaxacos del predio conocido como La Nopalera, perteneciente al ejido San Pedro Alpuyeca, integrantes de ese núcleo se manifestaron ayer en la alcaldía de Tula.

Los pobladores solicitaron que se concrete la expulsión de los invasores, la cual fue dictada por un juez de distrito con sede en Tula el 23 de marzo pasado, ya que —acusaron— “se está dejando pasar el tiempo para que el tema se olvide y finalmente no se haga nada”.

Reprocharon que el gobierno municipal presuntamente esté apoyando al grupo incursionista, puesto que, de acuerdo con su versión, el alcalde Manuel Hernández Badillo prometió en 2020 otorgarles escrituras de los terrenos a cambio del voto.

Acusaron al presidente de proteger a los paracaidistas, a quienes, dijeron, “solapa”, a pesar de que “son belicosos, perturban el orden público y amenazan de muerte a quienes se les opone”.

En ausencia del alcalde, los comuneros fueron atendidos por el secretario municipal, Mario Guzmán Badillo, quien dijo que la posición del ayuntamiento en la pugna por el polígono únicamente es la de ser mediador y garantizar la integridad de ambas partes.

Aun así, los inconformes exigieron diálogo con el edil, por lo que se les dijo que mañana, a las 9:00 horas, se les dará una respuesta definitiva. Asimismo, Guzmán Badillo los conminó a evitar cualquier tipo de confrontación que pueda perturbar el orden público.

El pasado miércoles, con el uso de la fuerza pública, comenzó el desalojo de más de 60 familias de La Nopalera, quienes hace más de 30 años invadieron el polígono de siete hectáreas propiedad del ejido San Pedro Alpuyeca.

Ese día fueron derribadas cercas, se emparejó el terreno y se demolió un cuarto desocupado. Sin embargo, solo se recuperó una zona de 500 metros cuadrados; ya no se continuó con el desalojo.

Miguel Ángel Martínez

Tula de Allende