Damnificados de la inundación de hace un año en Tula tienen la esperanza de que el gobierno les proporcione otro apoyo económico para “levantarse de la miseria” en la que los dejó la contingencia.

La anegación tuvo un saldo oficial de más de 35 mil afectados y pérdidas económicas por 2 mil 50 millones de pesos, por lo que varios pobladores se han quejado de que las autoridades no atendieron la emergencia.

Según Apolinaria Jacob Villegas, oriunda de Chiapas, pero avecindada desde hace más de 35 años en Tula, una buena parte de los damnificados pertenecen al sector de la tercera edad, por lo que difícilmente son contratados para un empleo, lo cual los lleva a no tener ingresos para reponer lo que perdieron en tan solo dos horas, cuando sus casas se inundaron con aguas negras.

Aseguró que espera le llegue otro apoyo de las administraciones federal o estatal, ya que del municipio, dijo, se espera que no haya nada.

Señaló que confía en que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no los dejará en el abandono y sumidos en la destrucción en la que aún se encuentran, con paredes humedecidas y restos del lodo del río Tula en patios y áreas comunes.

Respecto al estado, pidió al gobernador Julio Menchaca Salazar que “se toque el corazón para ayudarles de alguna forma”.

Hace un año, tras 90 días de la inundación, los damnificados recibieron del gobierno federal 10 mil pesos en efectivo, una base de cama, un refrigerador y una estufa como indemnización, a pesar de que en algunos casos fueron millones de pesos en pérdidas, de las que, según los habitantes, no se han recuperado.

Miguel Ángel Martínez | Tula de Allende

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