A pesar de que el pasado martes inspectores de Reglamentos y Espectáculos de Tula afirmaron a Criterio haber entregado notificaciones a giros negros para solicitarles que cerraran desde este fin de semana, bares, cantinas y centros botaneros continuaban abiertos hasta ayer.

Este medio constató que al menos cinco negocios de este tipo siguieron operando de forma normal, con la excepción de que redujeron sus horarios. Supuestamente solo debían funcionar de las 14:00 a las 19:00 horas, pero excedieron ese lapso.

Incluso, dos de estos establecimientos invitaron a las personas a que, después de Navidad, acudieran a “curársela” a sus instalaciones.

La prohibición para la apertura de giros negros se produjo porque, de acuerdo autoridades de la alcaldía y el Sector Salud estatal, los establecimientos fomentan la aglomeración de personas; por tanto, no se cumple con los protocolos para evitar contagios de coronavirus, como la sana distancia o el uso de cubrebocas.

Los propietarios de los locales, en su defensa, argumentaron que la propagación del virus se debe a las fiestas que se organizan de manera clandestina en domicilios particulares, pues no se respeta ninguna de las recomendaciones para disminuir la propagación del Covid-19, ya que no hay filtros sanitarios ni hay un límite de cupo.

Miguel Ángel Martínez
Tula de Allende