El director de Prevención del Delito en Tizayuca, Gabriel Ramírez Zárate, afirmó que debido a que en el municipio existen cientos de viviendas abandonadas, invadidas o deshabitadas, estas zonas se han vuelto un “blanco fácil” para los delincuentes.
“Estos fraccionamientos están propensos al secuestro, porque son grandes y la mayoría de gente compra y después los abandona”, indicó el funcionario.
Aseveró que, actualmente, cuatro fraccionamientos son considerados focos rojos por esta problemática: Villa Magna, Villa Los Milagros, Haciendas de Tizayuca y Sadasi. En este último se ubicaba la casa de seguridad donde tenían secuestrado a un comerciante dedicado al ramo tortillero, quien escapó de sus captores el lunes pasado.
Por ello, en coordinación con vecinos, la dependencia municipal realiza el conteo de las casas deshabitadas en los fraccionamientos mencionados, para ubicar cuántas son y tratar de contactar a sus propietarios para tomar acciones.
Indicó que otras zonas donde se han presentado casos de plagio son las colonias Lázaro Cárdenas y Fuentes del Valle, aledañas a la clínica 33 del IMSS, sitios en los que, en 2017, ubicaron dos inmuebles utilizados por delincuentes.
Explicó que, en la mayoría de casos, las privadas cuentan con solo dos residentes, lo que propicia el arribo de paracaidistas al fraccionamiento y con ello el surgimiento de hechos ilícitos.
Otra zona afectada es La Cañada, con 185 viviendas invadidas por la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC).
Alfonso Marín I Tizayuca