El alcalde de Tula de Allende, Gadoth Tapia Benítez, admitió que no hay fecha para el retiro de la vía pública de palmeras datileras que murieron tras ser infectadas con la plaga del picudo negro desde antes de 2014.

Solo se ha derribado una en la comunidad San Marcos, pues representaba un riesgo para los pobladores, dijo.

“Es algo que no quisiéramos, pero es inevitable. No nos podemos arriesgar a que una rama caiga encima a alguna persona; es innecesario”, añadió.

El edil reiteró que los ejemplares muertos serán retirados; no obstante, detalló que, por “cuestiones de estética”, primero se tienen que conseguir árboles para reponerlos.

Por su parte, la Dirección de Protección Ambiental municipal señaló que, desde hace un mes, trabaja en la adquisición de las plantas nuevas para llevar a cabo la sustitución, pero no ha encontrado “los candidatos ideales”.

“Tienen que rebasar los 5 o 6 metros para que podamos pensar en ellos. Desgraciadamente, hasta la fecha no hemos encontrado el vivero que nos ofrezca árboles con estas características”, informó la dependencia.

En tanto, Tapia Benítez afirmó que, si se demuestra que la Universidad Autónoma Chapingo tiene una vacuna para proteger a las palmeras que no están infectadas, el ayuntamiento invertirá en ella “lo que fuera necesario”.

Miguel Ángel Martínez I Tula de Allende