El secretario de Gobierno, Simón Vargas Aguilar, reveló que aún no hay fecha para comenzar la construcción del memorial para recordar a los 137 fallecidos tras la explosión del ducto de Pemex el 18 de enero (18E) de 2019 en Tlaxcoapan, proyecto que ha sido asignado a la Unidad de Planeación y Prospectiva, a cargo de Lamán Carranza Ramírez.
En entrevista con medios de comunicación, dijo que el plan para la edificación del mausoleo ya fue autorizado y cuenta con recursos para su construcción, además de que los planos para tal efecto están en proceso de validación por Planeación.
Informó que el bosquejo fue “amablemente” donado por un arquitecto interesado en el tema, de quien no reveló su identidad, pe-ro según fuentes extraoficiales se trata de Octavio Andrew Buitrón.
Vargas Aguilar admitió que, aunque el memorial ya está autorizado y hay recursos para edificarlo, aún no hay fecha para comenzar la etapa constructiva, aunque dijo que “pronto se darán detalles sobre el tema (…), habrá una conferencia de prensa conjunta en donde se darán los pormenores”.
Respecto a los compromisos del gobierno con Tlahuelilpan y los afectados por el estallido, afirmó que todos habrán de cumplirse por instrucción del mandatario estatal.
Asimismo, confirmó que el próximo 18 de enero, en conjunto con el gobierno federal, habrá un acto protocolario en la zona cero para conmemorar la tragedia.
Se cumplirá un año
La próxima semana –el 18 de enero— se cumplirá un año de una de las mayores tragedias registradas en Hidalgo: la explosión e incendio de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) en San Primitivo, comunidad localizada en los límites de Tlaxcoapan y Tlahuelilpan, cuyo saldo fue de 137 personas muertas.
Previo a la desgracia, en Hidalgo y en el resto del país, desde el 9 de ese mes se resintió una crisis por desabasto de combustible, consecuencia de la nueva estrategia de distribución de hidrocarburo implementada por el gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, con la intención de frenar el huachicoleo.
El esquema incluyó el cierre de ductos y, en su lugar, la utilización de pipas para abastecer del combustible a las estaciones de servicio, lo que demoró la distribución de gasolina y generó largas filas de automovilistas que buscaban adquirirla, como documentó Criterio en su edición del 12 de enero pasado.
Miguel Ángel Martínez
Tula de Allende
