Familiares de internos del Centro de Readaptación Social (Cereso) de La Lima, en Jaltocán, manifestaron que dentro del recinto existe favoritismo hacia demás reos por parte de las autoridades del lugar.

Esto, ya que, dijeron, presuntamente el director del penal, Jorge Sánchez Cruz, autoriza a otros presos incidir en actos de corrupción y extorsión; es decir, permite que el convicto Alejandro P. S. venda estupefacientes y abarrotes al triple de su precio original, así como madera para que los encarcelados trabajen en carpintería, y evita el ingreso de alimentos a los parientes de los reos.

Indicaron que otro recluso, identificado como Camilo J., controla el uso del teléfono y extorsiona a internos de nuevo ingreso, en coordinación con Samuel R. T.

Otro sujeto agregó que los custodios supuestamente contribuyen a dichos actos y castigan a quienes no cooperan, además de que les prohíben recibir visitas si no dan una cuota, cuya cifra no precisó.

“Aquí, esos internos cobran por que pase madera o cualquier otro producto para nuestros familiares allá adentro. Sabemos que todos estos delincuentes mencionados fueron trasladados del penal de Pachuca por trifulca, en donde falleció un interno, y tienen todo el apoyo del director del centro penitenciario”, dijo.

“Exigimos una investigación en el interior de este penal para que no se permita más este tipo de abusos y se convierta en un penal inseguro como en otros estados”, añadió el inconforme.

En 2018, dos reos se suicidaron en el centro penitenciario de la Huasteca; el primero, en febrero: J. V. C. fue encontrado ahorcado al interior de su celda, por este caso se inició la carpeta de investigación NUC-05-2019-017, y el segundo, en julio: guardias del recinto hallaron a un recluso colgado sobre un pasillo.

Francisco Bautista
Jaltocán