Un comerciante ambulante de almohadas acusó que los inspectores de Reglamentos le pidieron de manera prepotente que se retirara del lugar donde ofrecía su producto, en la carretera Tula-Jorobas, a la altura de la entrada de la colonia Tultengo.
Según el quejoso, los funcionarios del ayuntamiento exigieron que abandonara el sitio porque no contaba con permiso para vender.
“Es mi única fuente de empleo, soy adulto mayor y los inspectores lo único que hacen es portarse de manera prepotente y con burlas me dicen que me tengo que quitar”, declaró el afectado a medios de comunicación.
Al lugar arribó el director de Reglamentos y Espectáculos, Manuel Martínez, quien explicó que los servidores tienen la orden de impedir que el número de ambulantes crezca.
Luego de varios minutos de diálogo, el funcionario municipal acordó con el afectado permitirle que venda sus productos solo los jueves, viernes y sábados, previo trámite en la alcaldía de Tula para obtener la autorización
Jesús González I Tula
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