La basura que permaneció esparcida a cielo abierto en la parte posterior de una bodega, ubicada al margen de la carretera federal México-Tuxpan, durante aproximadamente 15 días fue reubicada esta semana en un predio semibardeado y descubierto; sin embargo, Mariano Aguilar Meneses, dirigente de la asociación civil Singuilucan Justicia Social, advirtió que el viento desperdiga los desechos.
El domingo pasado, el activista denunció públicamente la presencia de los desechos a través de la página de Facebook de la organización; además, presentó una queja ante el área de Control Interno de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales federal (Semarnat) y la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proespa), a fin de que ambas instancias intervinieran.
Aguilar Meneses explicó que, de acuerdo con información recabada por la asociación, se trataba de un tiradero de transferencia, pues una empresa, cuyo nombre no especificó, adquirió el predio para almacenar la basura y llevarla a Otumba, Estado de México, a una planta que la transforma en gas.
La compañía, dijo, se comprometió a trasladar los desechos el lunes pasado y limpiar el terreno.
Sin embargo, el miércoles acusó que los residuos únicamente fueron reubicados en un predio semibardeado, por lo que cuestionó la permisividad del ayuntamiento de Singuilucan.
María Antonieta Islas I Singuilucan