Con actos vandálicos, el desaire del presidente municipal y una cobertura vía redes sociales, se festejó el 250 aniversario de la llegada del Señor de Jalpan a Ixmiquilpan. Los festejos al santo patrono comenzaron la noche del viernes, con el encendido de las luminarias, para dar paso a las mañanitas.

Como marca la tradición, los mayordomos de las distintas comunidades colocaron varios hachones para iluminar el recorrido que, en 1770, hizo la imagen del Señor de Jalpan de la capilla de Nuestra Señora del Carmen hasta el templo de San Miguel Arcángel.

Este año, los hachones, que tienen como base una olla de barro, fueron destrozados, algunos fueron robados, sin que hasta el momento se conozca el motivo y a los responsables de tal acción.

Pese al acto vandálico, en las comunidades no decayó el ánimo y fueron colocados los  coloridos tapetes de aserrín para que el santo patrono pasara sobre ellos.

Previo a la procesión, en la iglesia principal del municipio se realizó la misa en la que le fue colocada la banda tricolor al General de Generales; en esta ocasión, tal distinción la realizaron los sacerdotes y no el presidente municipal en turno, tal como se venía haciendo desde hace 90 años.

Posteriormente, la imagen de Cristo crucificado recorrió los distintos barrios de Ixmiquilpan en  una camioneta de redilas abierta y decorada con flores.

Al momento de ingresar a cada comunidad fue recibido con el estallido de cohetes y, en algunos casos, con mariachi.

De acuerdo con el comité organizador, la celebración al Señor de Jalpan comprendía una peregrinación multitudinaria, pero debido a la pandemia esta fue suspendida.

Perla Vázquez

Ixmiquilpan