De acuerdo con la historiadora Salma Sinaí Soto Montes, la iglesia de Santa Campana es uno de los destinos del turismo religioso que distingue a San Bartolo Tutotepec; sin embargo, señaló que desde 2014 no ha recibido mantenimiento por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aunque a la fecha, dijo, está en buenas condiciones.
Anteriormente, explicó, se conocía como iglesia de los Santos Reyes y fue construida en 1557. En ella, añadió, se encuentra una deidad muy venerada por los grupos otomíes de la Sierra o ñuhus, conocida como Rä Mäkacampana: la Santa Campana o Campana Bendita, en español.
Los feligreses narran que la Santa Campana era una mujer llamada María, quien se caracterizaba por rechazar a sus pretendientes.
“En una ocasión, un brujo se había enamorado de ella, pero María lo rechazó y se burló de él, por lo que procedió a encantarla, convirtiéndola en una campana de oro puro, la cual emite un sonido hermoso al tocar de su badajo”, afirmó Soto Montes.
LA MANIFESTACIÓN DE LA SANTA CAMPANA
La historiadora añadió que un sacerdote robó la Santa Campana en el siglo XVIII, junto con unos peones.
“Al momento de cargar a la Santa Campana se convirtió en una hermosa mujer de tez blanca y cabello rizado. Los miró fijamente y se mantuvo en silencio absoluto.
“Decidieron encerrarla en una celda, pero un día insólitamente comenzó a llover, tanto que Tutotepec corría el riesgo de inundarse. Los peones y el sacerdote, ante el panorama, sabían que era un castigo por intentar robarse a la Santa Campana, así que fueron a la celda de la mujer, pero aquella mujer ya había desaparecido”, dijo la promotora cultural.
EL DESEO DE LA SANTA CAMPANA
El distrito de Tulancingo se erigió el 19 de mayo de 1880 y el municipio de San Bartolo Tutotepec era parte de él, desplazando y quitándole el poder político y prestigio, señaló Soto Montes.
La campana mayor fue motivo de disputa. Los vecinos de San Bartolo pensaban que les pertenecía, pues se había cambiado la cabecera municipal e intentaron trasladarla a la iglesia de San Bartolomé.
Muchos hombres fueron contratados para traer la campana a San Bartolo. Al intentar bajarla de la iglesia, la campana multiplicó su peso, como si hubiera cobrado vida, narró.
“En el trascurso del viaje, algunos hombres enfermaron; otros murieron, siendo aplastados y cayendo en barrancos, llegando pocos hombres a la comunidad de San Bartolo. Disgustados los vecinos de Tutotepec, protestaron por aquel atentado”, puntualizó la historiadora.
Cuando cargaron a la Santa Campana esta se volvió menos pesada y devolverla fue “muy fácil”. Lo que se interpreta como el deseo de aquella deidad de permanecer en su sitio de origen, agregó.
EL FESTEJO
La fiesta de la Santa Campana se realiza la primera semana de mayo, pero es “muy visitada” los fines de semana.
La campana es bañada con aguardiente y refresco, mientras que los feligreses esperan para tomar dichas bebidas, ya que, creen, tienen propiedades curativas y alivian varios dolores y enfermedades.
“Es parte de nuestra identidad como sambartolenses y es de gran riqueza cultural conocer la historia de lo que se ofrece como turismo religioso”, sostuvo.
Magda García I San Bartolo Tutotepec
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