Seis meses antes de que ocurrieran las inundaciones de septiembre de 2021 en Tula, la administración municipal fue alertada sobre una contingencia de ese tipo por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales federal (Semarnat).
Lo anterior queda de manifiesto en el acuse de recibido del oficio No. B00.912.02, Protocolo para Inundaciones Provocadas por el Río Tula, el cual fue firmado por el alcalde Manuel Hernández Badillo el 17 de marzo de 2021, en Pachuca.
Del escrito también tomaron conocimiento las Secretarías de Gobierno y la particular del gobernador, y fue elaborado por la Dirección de Infraestructura Hidroagrícola, de Protección a la Infraestructura y Atención a Emergencias de la Conagua.
El documento tenía por objetivo “preparar” a la ciudadanía tulense y al gobierno municipal para atender de manera “pronta y eficiente” las eventualidades provocadas por fenómenos meteorológicos e hidrometeorológicos que se pudieran generar durante la temporada de lluvias.
Se le pedía al edil implementar un esquema que contemplara acciones antes, durante y después de la contingencia, avisar al gobierno del estado en cuanto se tuviera una creciente de 435 metros cúbicos por segundo, volumen que sería alcanzado cuando los niveles del puente Metlac llegaran a la escala 20/24, alerta que, de acuerdo con personal de Protección Civil local, se produjo a destiempo.
Asimismo, se preveía que el ayuntamiento designara los albergues antes de que viniera la crecida de líquidos residuales, pero, de acuerdo con información del propio ayuntamiento, los refugios fueron improvisados la madrugada de la anegación.
El municipio recibiría la asistencia en el ámbito de su competencia de las secretarías de Salud y del Medio Ambiente federal, la Conagua, el Ejército mexicano, la Guardia Nacional, así como otras dependencias del gobierno del estado.
Miguel Ángel Martínez I Tula de Allende
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