La imposición de ceniza es un símbolo de arrepentimiento y marca el comienzo de la Cuaresma, explicó el obispo de la Diócesis de Huejutla, José Hiraís Acosta Beltrán, quien solicitó a los feligreses a rezar por los enfermos, especialmente por quienes han contraído Covid-19.
El clérigo explicó que, por recomendación de las autoridades sanitarias, el ritual se realizó sin contacto directo entre la gente.
Detalló que los feligreses ingresaron en grupos, de acuerdo con la capacidad del templo, y tras el servicio religioso se simuló la aplicación de la ceniza a la altura de la cabeza, sin tocarlos: “No los ponen en la frente como era tradicionalmente”.
Acosta Beltrán indicó que tras cumplir con el ritual, los asistentes salieron por un costado de la iglesia y posteriormente entraron otros; esto, a fin de evitar aglomeración de personas y contacto directo para frenar la propagación del Covid-19.
Asimismo, el obispo explicó que la Cuaresma es un periodo de 40 días dentro del calendario litúrgico, en el que los católicos se preparan para conmemorar la muerte y resurrección de Jesucristo.
“Se inicia con la actitud de arrepentimiento y conversión a Dios; la ceniza quiere decir que somos polvo y al polvo se volverá”, expresó.
También señaló que se recuerda el pasaje en que Jonás predica en la ciudad de Nínive y avisa que el lugar será destruido por sus pecados; no obstante, los pobladores fueron perdonados tras hacer penitencia y colocarse ceniza.
CUARESMA
El obispo explicó que la Cuaresma es un periodo de 40 días dentro del calendario litúrgico, en el que los católicos se preparan para conmemorar la muerte y resurrección de Jesucristo
También señaló que ayer se recordó el pasaje en que Jonás predica en la ciudad de Nínive y avisa que el lugar será destruido por sus pecados; no obstante, los pobladores fueron perdonados tras hacer penitencia y colocarse ceniza
Salomón Hernández I Huejutla