Para Weendy Lascano Hernández, docente del preescolar indígena Niños Héroes —en Santo Tomás, localidad de Huazalingo— el problema de salud pública por el coronavirus SARS-CoV-2 “complica mucho” las actividades educativas en las comunidades rurales indígenas, cuyos habitantes carecen de televisión abierta e internet; sin embargo, consideró que “no es algo imposible” cumplir con el programa educativo. Este año, la educadora impartirá el tercer grado en el kínder cuya matrícula es de 73 infantes; todos, hablantes nativos de náhuatl.
Lascano Hernández narró a Criterio que durante el ciclo escolar pasado tuvo que trabajar con los niños a través de cuadernillos, por lo que iba a recogerlos para revisar los trabajos; sin embargo, en este curso deberá enfrentar un nuevo reto, pues autoridades educativas determinaron que el año académico arrancaría a la distancia por la pandemia de coronavirus.
La docente, quien radica en Huejutla, expresó un emotivo mensaje a sus alumnos, quienes carecen de televisión abierta y computadoras y habitan en la comunidad considerada con muy alta marginación en 2010 por la extinta Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) —ahora llamada del Bienestar—.
“Emocionados de comenzar un nuevo ciclo escolar, les deseo éxito. Les habla la maestra Weendy. Impartiré el tercer grado. No los puedo ver ni estar con ustedes todos los días, pero se les quiere con todo el corazón.
No se pongan tristes, aprenderemos muchas cosas, pero por ahora usen cubrebocas y quédense en casa, pronto jugaremos y cantaremos en el preescolar”, dijo en el idioma originario.
La educadora rural afirmó que en ocasiones acudirá a la comunidad “tanto cuanto pueda hacerlo”, pues, aunque no es recomendable por la contingencia sanitaria, lo hará con las medidas preventivas y con responsabilidad.
Agregó que con los padres de familia busca hacer llegar los trabajos de los infantes, ya sea con un papá comisionado o a través de las camionetas del transporte rural mixto.
Salomón Hernández
Huazalingo