El alcalde de Tula, Ismael Gadoth Tapia Benítez, negó que haya incurrido en malos manejos financieros luego de que la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH) hiciera públicas diversas observaciones hacia su gobierno; la dependencia avizoró más de 2 millones 391 mil pesos de los ejercicios 2016 y 2018.

Según el órgano fiscalizador, en cuanto al primer año de gobierno, al ayuntamiento le señalaron un millón 127 mil 973.57, mientras que en 2018 fueron 2 millones 391 mil 754 pesos, desglosados en 29 indicadores, que derivaron en 12 recomendaciones.

El ejecutivo reveló que la observación de 2016, se efectuó porque al llegar al gobierno, el 5 de septiembre, la CFE les requirió el pago de cinco letras que estaban previamente comprometidas por la administración de Jaime Allende González, pero dijo que no había solvencia en los recursos propios para cubrir el compromiso: “solo teníamos 52 mil pesos”.

Sin embargo, el edil indicó que “se tuvo que emplear dinero” –sin precisar de dónde– para evitar un corte de energía, y sostuvo que eso fue lo que la auditoría observó, pero consideró que esa anormalidad será subsanada sin problemas, ya que cuentan con el recibo del pago que hicieron.

En cuanto a las consideraciones de 2018, derivan de la compra del Tulabús, por 900 mil pesos y de dos terrenos en las comunidades San Miguel de las Piedras y San Marcos segunda sección, “un campo de futbol y una superficie de tres hectáreas”.

Miguel Ángel Martínez

Tula de Allende